Gonzalo ‘Huevo’ Zorrilla, nació un 25 de enero de 1982. En el epicentro basquetbolístico de Rosario, República de la Sexta, incursionó en el básquet a temprana edad. Si bien Sportsmen Unidos lo cobijó con seis años, rápidamente pasó a Provincial. Tras un instante en el ‘Rojo’, Temperley apareció por primera vez en su vida, con 13 años.
Luego de quedar marcado, por el ‘Negro’, tuvo un stop deportivo por cuestiones escolares. Gonzalo retomó la actividad en las juveniles de Banco de Santa Fe. Finalmente, culminó sus formativas nuevamente en la Sexta. Ya rodeado de jugadores experimentados en su posición, no iba a ser tenido en cuenta en primera.
Para el 2005, integró las filas de Newell’s: «Si bien descendimos, jugar esa primera vez en la ‘A’ me sirvió un montón. Físicamente me adapté al básquet fuerte». No obstante, con la ‘Lepra’, afrontó la segunda categoría rosarina con otro temple y allí empezó a gestarse la esencia de un interno extrovertido e intenso.
«Todo descenso sirve, mi carrera y lo que soy, se la debo a la B», analizó ‘Huevo’, en sus primeros años en la categoría.
Desde el 2007, curtido en la segunda división, Libertad contó con sus servicios. De todas formas su arribo al ‘Celeste’ no fue fácil: «Al ser la época de López (NdR: presidente de NOB) el club pidió muchas pelotas, pero finalmente se pudo dar», recordó. Igualmente, por su carácter y forma de ser, se adaptó rápidamente.
Aquella temporada, llegó a eliminar en semifinales a Temperley, anotando 25 puntos y finalmente derrotó a Unión y Progreso en Sportivo América. Por primera vez, se sacó la espina del ascenso y retornó a la máxima categoría. Un año después, se mantuvo en la ‘B’, pero volvió a la Sexta.
A partir del llamado del ‘Nenu’ Amormino y sumando una base de grandes jugadores, el ‘Negro’ gritó campeón en cancha de Atalaya, en lo que resultó «un partido soñado». En retrospectiva, analizó: «Fue un final fuerte por el nivel de adrenalina que se vivió durante el torneo y la presión del mismo».
Asimismo, pasó las siguientes dos campañas en Central Córdoba y Unión de Arroyo Seco. Con ambos participó del ascenso local alcanzando las finales con el ‘Charrúa’, sin concretar el festejo final, a la vez que llegó a semifinales con el ‘Panza’. A partir del 2012, su carrera vivió una amplia seguidilla de logros un tanto particulares.
A raíz del interés mostrado por Marcelo Roig, ‘Huevo’ llegó a Provincial. En el ‘Rojo’ venció a CAOVA por la vuelta a la Primera A. En lo que fue una recordada final para el interno, destacó: «Marcelo nunca me dirigió, apostó por mí y yo le respondí». Dentro de un gran contexto deportivo en lo individual, agregó: «Tuve la fortuna de coincidir con grandes grupos humanos que ayudaron a lograr todo lo que se logró».
Un año después, como si de una cábala se tratase, volvió a ser parte de un equipo aspirante al ascenso. En esta ocasión, tocó el ‘Funebrero’, misma institución que hacía unos meses atrás, vio al pívot festejar de rojo.
Así fue como con los de calle Olegario fue parte fundamental, quedando en los libros históricos del club. Retornó a primera tras 25 años, venciendo en Atalaya a Puerto San Martín. «Me quedaron los recuerdos de gente fenómena, que a día de hoy paso por el club o la calle y me saludan», afirmó tras acumular otra alegría más.
A partir del 2014, lo que se trató de una curiosidad pasó a ser ya algo rutinario; volvió a competir otra vez en la Primera B, defendiendo a Puerto San Martín. En el ‘Verde’ vivió una de las grandes etapas de su carrera, llegando a conseguir nuevamente un ascenso y posteriormente, participar de la Copa Santa Fe.
«En Puerto sentí que estaba jugando la Liga Nacional», contó Zorrilla sin tapujos.
Si bien su paso por el club duró cuatro temporadas, destacó que «el primer año y el profesionalismo con el que transcurrió cada partido, fue increíble«. Por otra parte, destacando sus vivencias, recordó con gracia: «Me di el gusto de marcar a un gran referente como Walter ‘Queca’ Storani. Cada tanto le pedía disculpas por los golpes, sino no lo podía parar».
Tras una final perdida en 2017, por la Asociación Rosarina, Gonzalo regresó un año después a la República de la Sexta. Ya en Temperley, desplegó su carácter en la zona pintada tanto en el certamen doméstico como en la Copa Santa Fe. A nivel local, mantuvo al ‘Negro’ en lo cuadrangulares finales.
Por otro lado, a nivel provincial, integró los últimos equipos de Temperley que aspiraron a festejar en el certamen. «Yo sigo con la intención de ser campeón de Superliga, pero el día que me levante sin esas intenciones, me retiro», declaró tajante. Simplemente, se lo puede resumir al interno así: firme, aguerrido y un verdadero loco del deporte.
Trayectoria
- Newell’s Old Boys (2005/2006)
- Libertad (2007)
- Temperley (2008) y (2018/Actualidad)
- Central Córdoba (2009/2010)
- Unión de Arroyo Seco (2011)
- Provincial (2012)
- CAOVA (2013)
- Puerto San Martín (2014/2017)