355 días y dos torneos locales, con precios de Pre Federal, tuvieron que pasar para que Rosario pueda celebrar un título en el Femenino. El 21 de diciembre de 2022, Ben-Hur se llevó el partido único contra Talleres RPB que las coronó cómo campeonas del Pre Federal.
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Sin embargo no todo fue color de rosas, desde el principio. Los clubes no tuvieron la posibilidad de elegir jugar, cómo la tuvieron en el masculino, y la obligación agarró a entidades diezmadas por partida de sus jugadoras.
Por ejemplo, la competencia no pudo disfrutar a dos baluartes regionales. Por cuestiones de calendario, mal organizado, Agustina Bazán y Angelina Giacone no jugaron con sus equipos por partir a la Liga Nacional Femenina.
Y es que todo está tan golpeado, tan dejado a menos que hasta el «prestigioso» Súper 4, se jugó en condiciones lamentables expresado por las mismas jugadoras. Las que no exigen locuras, solo igualdad y respeto.
Jugar un Super 4 con la cancha sucia, parquet emparchado con cinta scotch, tableros que no andaban y transmisión deplorable de basquetpass. Y ni hablar del hotel… Y así quieren que mejore el básquet femenino?? @LFBArgentina @basquetpasstv
— Lara (@LizarragaLara) December 17, 2022
Volviendo al plano local, quién suscribe escribió la desorganización de la organización. Desde el nombre y las fechas, encausó un sinfín de problemas para llevarse a cabo. Y a decir verdad, se terminó por puro mérito de las participantes.
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Es que en estas 18 líneas, lo único que hay que dejar de lado es lo deportivo. Un justo torneo, un justo campeón que superó a todas sus rivales en un abrir y cerrar de ojos. El 3 de noviembre fue anunciado el certamen y duró tan sólo un mes y medio.
Raro pensar en proyección o continuidad -con ayuda de ARBB-, si se realizan estas irregularidades. Hasta la naranja tuvo su punto poético y catapultó a la final a los dos equipos que no habían podido definir su pase hace meses. Torneo que la única resolución que encontró, fue entregarle la copa al finalista.
El destino quiso que Ben-Hur cierre el año con una sonrisa y que, al menos, el Femenino en su totalidad tenga una alegría o motivo para encontrar un horizonte. Salud al campeón y que el brindis traiga reflexión a quienes organizan.