Verónica Villamea nació el 24 de diciembre de 1983 en la ciudad de Paraná, ubicada en la vecina provincia de Entre Ríos. Casi después de aprender a caminar se enlistó en el club de su barrio donde comenzó su pasión por la naranja. Varios veranos pasaron desde ese momento y a 200 km de distancia de sus primeros pasos en el parquet, hoy es una de las grandes referentes del básquet local.
Verónica se inició en el deporte en Quique Club, la entidad de su barrio, a la edad de cinco años. Dos temporadas después, cambió de camiseta y se unió a Talleres de Paraná, el equipo rojo proyectaba un trabajo de básquet femenino a largo plazo.
«En la época que yo jugaba el minibásquet era competitivo, mi primer campeonato fue en el año 1995 en la categoría Mini. En el ’96 salimos subcampeonas con la categoría infantil pero yo ya jugaba en la categoría cadetes y salimos campeonas. Ese fue mi primer campeonato en formativas», rememoró Villamea.
«Al año siguiente salí campeona con infantiles. Además de haber jugado en las selecciones de Paraná y Entre Ríos, logrando también un primer puesto con la selección de Paraná en infantiles, cadetes y juveniles», revivió la entrenadora.
El primer partido de Villamea en la primera categoría de su equipo fue en la temporada ’97, a la corta edad de 14 años. ¿Su rival? El Club Estudiantes de Paraná. El entrenador que le dio sus primeros minutos fue Cristián ‘Pata’ Gómez, mítico coach de la ciudad.
«En mi etapa de jugadora los mejores recuerdos son el haber vivido tantas cosas en club Talleres de Paraná, prácticamente vivía en el club y durante todo el año siempre había una excusa para estar ahí. También la primera convocatoria a la selección de Paraná fue importante, recuerdo ese momento porque no lo esperaba«, comentó.
En el club Talleres permaneció hasta los 19 años, cuando arribó a nuestra ciudad para empezar a estudiar Psicología. Esa temporada, 2002, vistió los colores de Newell’s, pero al año siguiente el básquet femenino fue disuelto en el club por lo que se unió al proyecto creciente que empezaba a crear, Ben Hur. En la institución de barrio Abasto vivió parte de la mejor época del equipo en ascenso.
En el club de calle Ituzaingó se mantuvo hasta el año 2008, temporada en la cual consiguieron el primer campeonato de básquet femenino en la historia de la institución. «El de primera en Ben Hur fue emotivo, porque uno entiende más de sacrificio, de construcción de equipo y del laburo que uno necesita para conseguirlo», declaró Verónica.
Cuando se le consultó por el equipo que le trae mejores recuerdos, la paranaense no dudó y dijo que «con las chicas de Ben Hur, más allá de ese campeonato. Fueron muchos momentos, los viajes de la Liga, prepararnos para tal. Tengo hermosos recuerdos, también se había generado un lindo grupo humano. Con algunas de ellas, que ya no juegan, forjamos una amistad y seguimos en contacto».
Luego del logro deportivo en Ben Hur, llegó a Talleres RPB. Verónica ya había empezado a estudiar la carrera de profesorado de educación física y poco a poco su siguiente etapa deportiva fue comenzando. Cómo jugadora, se mantuvo entre las filas del club de Villa Gobernador Gálvez hasta la temporada 2014.
«En Talleres RPB tuve la gran fortuna de tener cerca a grandes entrenadores, que me contagiaron la manera de vivirlo. Empecé compartiendo el nuevo proceso de básquet femenino con Mariano Junco y Damián Barrios. Y a los años, llegó a Talleres Juan Gattone, del que aprendí un montón y quien me dio un gran lugar en el básquet masculino del club», expresó.
Villamea dio sus primeros pasos en la dirección técnica en el minibásquet de Ben Hur. Después de su llegada a Talleres RPB, compartió ambas responsabilidades entre jugar y entrenar las categorías formativas hasta que tomó la decisión de abocarse definitivamente a su puesto al mando del banco de suplentes.
«Me había metido mucho con esto de ser entrenadora y pasaba muchas horas adentro del club. Al momento del entrenamiento terminaba muy cansada. Entonces tenía que tomar una decisión; opté por darle más fuerza a la carrera de ser entrenadora y enfocarme mucho más ahí. Creo que fue una buena elección», declaró.
«De todos los entrenadores que tuve, ya sea en clubes o en selección, siempre aprendí algo. Pero en mi corazón, por lo que me enseñó y porque me generó pasión y amor al deporte en Talleres de Paraná, fue ‘Pata’ Gómez. Lo tuve mucho tiempo en mi infancia y adolescencia, creo que supo acompañarme y sacar lo mejor de mí«, confesó.
Desde hace tres años, su trabajo llegó al barrio República de la Sexta, para estar al frente de la formación deportiva de las jugadoras de Temperley. Su arribo al ‘Negro’ fue gracias a Lionel Ceñera. «Me gustaba la idea de laburar en conjunto de un gran formador como él. Y sobre todo en un club de básquet con la intención de darle un mayor empuje al básquet Femenino», afirmó.
Verónica se reunió con las autoridades del club, los cuales le trasladaron sus intenciones y los objetivos que se propusieron en ese momento en calle Ayacucho. A la ex jugadora de Talleres le encantó lo puesto sobre la mesa y aceptó el puesto.
«Me parecía una gran oportunidad para volver a trabajar en el Femenino, ya que venía de varios años sólo con los varones. Es un gran club que nos da oportunidades por igual en las dos ramas. Este año, por primera vez en la historia del club, pudimos conformar el equipo de primera, con casi todas jugadoras nacidas en Temperley«, contó.
«El básquet fue un medio de construcción en mi vida. Siempre digo que agradezco a mis papás que me llevaron a jugar al básquet cuando yo no sabía muy bien lo que estaba haciendo. Me inculcó hábitos. Me generó el compromiso de saber lo importante que es compartir con el otro, de buscar desafíos individuales y colectivos, que son herramientas que permanentemente necesitamos en la vida misma», explicó con emoción Verónica.
«Fue, es y creo que va a hacer por mucho tiempo, parte importante de mi vida. Fue un espacio familiar compartido con mis hermanos, apoyados por mis papás. Me dio la oportunidad de conocer gente muy importante, desde lo afectivo. Por lo que deseo que mis sobrinas y sobrinos sigan dentro de este hermoso deporte», concluyó.