La Asociación Rosarina de Básquet (ARBB) ha tenido 25 equipos que lograron campeonar en la máxima categoría. Al Club Atlético y Social Unión y Progreso, fundando un 2 de marzo de 1932, le llegó la hora en 2013. Los libros marcan, ciertamente, que la cabeza de aquel equipo fue Luis Oroño, su entrenador. Pero también hay que destacar el proyecto institucional que, previamente, tuvo dos ascensos y formó un plantel de juveniles del club que forjó una hazaña memorable.
Aquel equipo, que venció en la final a Libertad por 68 a 65, un martes 17 de diciembre en el Cruce Alberdi, quedó en la historia grande del club. Por ello, en esta oportunidad, Línea de Tres recuerda la conquista de Unión y Progreso junto a sus protagonistas; dedicado los simpatizantes de la institución de calle San Juan, quienes disfrutaron de un campeonato de primera división por primera y única vez en 2013.
El plantel
Juan Brusa, Juan Manuel Rossi, Alejo Montani Wortzel, Brandon Gargicevich, José Lacorazza, Fernando Mir, Federico Gettig, Gastón Amiano, Ángel Ojeda, Matías Catalano, David Iturbe, Leandro Mugas, Leandro Echave, Guido Quagliardi (PF), Luciano Benevento (AT), Luis Oroño (DT) y Armando Cisneros, fueron los integrantes del plantel que lograron aquella gran conquista.
Cabe recordar que, Gustavo Sandrini, fue el entrenador que comenzó la pretemporada con el equipo, pero por cuestiones laborales dio un paso al costado. Sin embargo, el proyecto continuó con Oroño y la conexión del equipo, nunca se perdió. Así lo describen sus protagonistas.
Luis Oroño (LO): «El plantel era un excelente grupo humano, dentro y fuera de la cancha. Había mucha química. Cada uno sabía muy bien cuál era su función dentro de la cancha y cuando les tocaba estar afuera, alentaban a sus compañeros. Tenía jugadores muy importantes, siempre pusieron al equipo antes que sus logros personales».
Juan Manuel Rossi (JMR): «El plantel era un grupo de amigos. Pasaron nueve años y el equipo todavía se sigue juntando dentro y fuera de la cancha. Ese equipo plantó una semilla en el club, que los equipos siguientes tuvieron que cuidar. Todos deben querer lo mejor para el club».
Fernando Mir (FM): «Era un plantel largo con un buen mix entre jugadores más veteranos y jóvenes, pero en el trato éramos todos iguales, con muy buena química y gran parte de eso fue gracias a Juan Brusa y Gastón Amiano, que eran los referentes del plantel en ese momento; dos grandes jugadores, pero mejores personas».
José Lacorazza (JL): «Aquel plantel lo describiría como un grupo de amigos. Logramos una conexión que fue muy difícil de repetir».
El juego del equipo
(LO): «El juego se basaba en la parte defensiva principalmente, donde el equipo tenía reglas defensivas, no muchas, pero bien claras. Eran distintas acciones y sabíamos cómo resolverlas. Ofensivamente, teníamos sistemas para cada jugador, ya sea juego interno o externo y les dábamos la libertad de improvisar con la obligación de defender después de esto».
(JMR): «En el juego, aquel equipo era muy compacto defensivamente. Lo que más nos caracterizaba era la actitud defensiva, el compromiso de no fallarle al compañero. Eso después nos permitía correr la cancha, teniendo en cuenta que era un plantel de muchos jóvenes».
(FM): «Creo que la mejor característica es que teníamos un juego colectivo muy bueno en ataque, nos pasábamos mucho la pelota y teníamos varias opciones para anotar. En la parte defensiva éramos un equipo con buena altura en varias posiciones y a medida que pasó el torneo, fuimos logrando mayor intensidad, así que no era un equipo fácil para anotarle».
(JL): «El equipo era muy variable. Teníamos muchas variantes de jugadores. Había goleadores y jugadores de rol, cada unos sabía lo que tenía que hacer cuando estaba dentro de la cancha».
El camino a la final
(LO): «Nunca se pensó quedarnos con el título. En ese tiempo lo importante era fortalecer al grupo y terminar lo más arriba para tener los playoffs favorables. Luego, fuimos conociendo a los rivales en ese momento y veíamos cómo llegaban. Nosotros fuimos creciendo con el correr de las fechas y llegamos en el punto más alto a la final, con jugadores en un gran nivel».
(JMR): «Supimos que éramos candidatos llegando a lo último. Era algo serio lo que estaba en juego, no podíamos dejar pasar esa gran oportunidad. A principio de año, nunca imaginamos que esta hazaña se pueda llegar a dar».
(FM): «Pienso que más sobre el final del torneo supimos que éramos firmes candidatos a quedarnos con el título. El nivel del equipo fue siempre en ascenso».
(JL): «Creo que con el correr de los partidos fuimos agarrando más confianza. El playoff que le ganamos a Temperley fue un gran envión. Aunque después la final hay que jugarla sin confiar en nada, porque del otro lado llegó un buen rival».
El título y los festejos
(LO): «En las finales, era importante entrar ganando, sobre todo con la baja de un jugador muy importante como Echave, que era uno de nuestros anotadores naturales y de gran talento. Fuimos hablando y buscando un equipo que podría hacerle daño a Libertad, que era el favorito.
Sin contar con un tres natural, por momentos teníamos a cuatro internos y un base en juego, con Rossi y Lacorazza en altísimo nivel, descubriendo un jugador como Gettich, que no tenía minutos de juego. Wortzel era un jugador que defendía a un interno y atacaba como externo, teniendo un terrible tiro de tres y respetando a morir las reglas defensivas, ya que la idea era bajar el puntaje del equipo contrario».
(JMR): «Sí, me acuerdo de la final. Recuerdo toda la euforia de la gente de Unión y el equipo por jugar una final. Las canchas siempre estaban llenas. Fue algo hermoso y nunca me lo voy a olvidar. Los festejos fueron increíbles. Fuimos desde el Cruce Alberdi hasta Unión cantando con toda la gente del club. Pocas veces viví algo así. También hicimos un viajecito a Villa Carlos Paz (risas), un premio que nos pudimos dar y disfrutar».
(FM): «Recuerdo varias cosas, pero más que nada, los momentos finales del último partido en el Cruce, con el estadio lleno. Cuando ya palpitábamos el triunfo, fue un momento hermoso. Los festejos arrancaron en Central y ya después fuimos hasta UyP, donde estuvimos toda la noche con el equipo, la gente del club y familiares festejando. Si mal no recuerdo fue un martes, nada mal para día de semana (risas)».
(JL): «Me acuerdo la defensa dura que propusimos, las ganas que teníamos. No nos caímos ante la derrota en el tercer juego, había confianza plena. Un triple de Alejo Montani desde la esquina, dos volcadas seguidas mías y así podría estar mucho tiempo. De hecho nos juntamos años después y veíamos los videos. Todavía recuerdo los festejos en el club, toda la noche con la gente, la misma que peleó desde la C hasta llegar a eso. Eso nunca se olvidará. UyP es una familia».
Los recuerdos
(LO): «Lo que más recuerdo es el grupo de trabajo y el compromiso que tuvieron todos los jugadores y su cuerpo técnico, desde el kinesiólogo, los asistentes y los colaboradores como el Sr. Cisnero, Miranda y Benevento. Se cambió la forma de practicar, se separó la técnica individual a la colectiva y se trabajaba seis de los siete días semanales».
(JMR): «Lo que más recuerdo fue el gran equipo y el gran grupo humano que se formó. Eso fue lo más importante del torneo. Había una conexión grupal importante, eso nos permitió deportivamente lo mejor de cada uno, comprometernos al 100% con el club e intentar dejar todo lo que teníamos para dar».
(FM): «Lo que más recuerdo es el grupo humano que se formó, sin dudas. Más allá del logro deportivo que fue increíble para el club en ese momento, hoy con gran parte del plantel y habiendo pasado tantos años, todavía somos muy buenos amigos».
(JL): «Lo que más recuerdo es el esfuerzo que hicimos durante toda la temporada. El grupo de amigos que formamos, creo que fue el pilar fundamental para llegar a conseguir el campeonato. Y la final, claramente».
Lo que significó
(LO): «En lo personal fue una linda etapa, donde pude rodearme de linda gente como Cisnero, Benevento, Miranda y Piñeiro, todos hablábamos el mismo idioma, donde lo importante era el equipo y siempre estuvimos a su disposición. El único plus es sentirse satisfecho por haber logrado algo importante para la institución, que confió en ese cuerpo técnico y en sus jugadores».
(JMR): «En lo personal, lo ubico en una de las cosas más importantes. En lo humano, a mí me permitió formar y ser parte de amistades que hasta el día de hoy mantengo. Eso no tiene precio. Todos los que formamos parte de eso, quedamos en la historia del club, es un plus».
(FM): «Sin dudas, lo ubico entre los momentos más lindos que me ha dado el básquet. Pude ver gente grande de toda la vida de Unión llorando de alegría y eso fue algo impagable. Es un club que siempre funcionó a pulmón e intentan aportar lo mejor para comodidad de uno. La dirigencia es un lujo, siempre les estaré agradecidos. Es una gran familia».
(JL): «Fue una hermosa locura. Creo que por todos los años que jugué en Unión y Progreso y por ser parte de esa familia, en logros personales lo pongo en primer lugar, sin dudas».
Este ha sido un breve recorrido de lo que significó este histórico logro para el club, pero principalmente, para los protagonistas. Aunque, como se dijo al comienzo, el cabeza de grupo fue Luis Oroño, el gran DT. Por ello, unas palabras de sus ex dirigidos para con él.
Lacorazza: «Oroño fue el DT que más confianza me dio. Sin desmerecer al resto obviamente, pero creo que todo jugador se ve marcado por alguien. Hacíamos entrenamiento de pivot y nos sirvió mucho. Nos transmitió confianza, más allá de técnica».
Mir: «Oroño era un gran entrenador, sin dudas. Nos dejó muchos conceptos y ayudó a que nos afianzáramos; nos potenció».
Rossi: «Oroño es una gran persona, un gran ser humano. Un entrenador muy inteligente que, más allá de la cuestión teórica para un DT, sacaba lo mejor de cada jugador. Y ese año lo logró desde el primer momento que puso un pie en la institución. Nos potenció para que creamos en nosotros mismos, en los compañeros y en el proyecto del club. El resultado quedó a la vista».