Tómas Ejsmont nació en nuestra ciudad el cuatro de enero de 1999 y desde muy pequeño nació su amor por el básquet en los pasillos de Fortín Barracas, club que cataloga cómo su segunda casa. Esa pasión no ha hecho más que crecer con el paso de los años y el hoy jugador de Sportivo Federal sabe que aún tiene mucho camino por delante.

«El básquet en mi vida es enseñanza, constancia y superación. Uno se supera día a día, partido a partido y constancia porque los partidos son largos, no se ganan en la primera jugada, eso me lleva a la vida, que tampoco no se gana en la primera jugada», dijo.
Su formación transitó casi en su mayoría en el club Fortín Barracas, sobre el boulevard Rondeau empezó a picar la naranja por primera vez a los siete años enamorándose del deporte para siempre. Edgardo Acorta confió en el siendo todavía un U17 para debutar en la máxima categoría en 2016.

«Fortín Barracas para mí va a ser siempre mi casa, mi hogar. Es donde me crie y sé que puedo volver cuando lo necesite».
Ese mismo año consiguió dar la vuelta olímpica en juveniles llevándose junto a sus compañeros el Final Four de la A2. «Con un amigo estábamos en una buena racha y nos propusimos salir campeones. En ese momento estábamos cansados, no sabíamos que íbamos a hacer después siendo los últimos años de las inferiores», declaró.

«Dijimos: ‘Vamos a salir campeones y después vemos qué hacemos’. Lo tuvimos bien en la frente y fue lo que nos llevó a no bajar los brazos nunca», agregó. Después de esa temporada tuvo un breve paso por Sportsmen Unidos en 2017 para luego retornar al ‘Fortín’.

A la hora de pensar en un referente en el deporte Tomás tiene clara su respuesta: «El entrenador que dejó una marca, es Edgardo Acosta. Me entrenó apenas entré a Fortín y desde que fui creciendo siempre lo tuve a él. Me enseñó casi todo lo que sé, fue mi mentor».
Ejsmont es joven, pero el deporte ocupa un lugar muy importante en su vida casi desde siempre: «Cuando era chico lo principal era distraerme y gastar energía. A día de hoy sigue siendo lo mismo, pero obviamente un paso más. Es casi mi vida por más que no sea profesional».
«Siempre lo tuve como prioridad, los entrenamientos me ayudaron a comprometerme con muchas otras cosas».
En el club de barrio Sarmiento luchó junto a sus compañeros en el ascenso rosarino siempre dejando la piel cada fin de semana para poner a Fortín Barracas lo más alto posible. Tomás se alejó de las canchas después de la temporada 2018, pero su vida no podía estar lejos de la naranja mucho tiempo.
Iniciado el 2021 todo se pudo dar para sumarse a las filas de Sportivo Federal. Su arribo a este nuevo club fue gracias a un ex compañero. Este lo puso en contacto con su nuevo entrenador, luego de hablarle del proyecto de la institución se unió a los de calle Agrelo.
La carrera de Tomás Ejsmont todavía tiene mucho por recorrer y si se le consulta por lo que le gustaría lograr respondió: «Para no ser exagerado, uno siempre sueña con otro campeonato. Si me tengo que ir un poco más allá siempre me hubiese gustado jugar en Liga o TNA».
«Mis expectativas son, siendo optimistas, seguir jugando y que no se detenga. Por más que hayamos estado parados arranquemos con todo y poder terminar en una buena posición»
Trayectoria
- Fortín Barracas (2006/2016) y (2018)
- Sportsmen Unidos (2017)
- Sportivo Federal (2021/Actualidad)