En el rincón más profundo del corazón de Sportsmen Unidos late el pulso inquebrantable de la pasión por el básquetbol. Han pasado más de diez años desde que el ‘Verde’ alzó su última copa en la máxima categoría local, pero hoy, con la misma garra y sueños intactos, se encuentran nuevamente en una final, listos para dejar todo en la cancha y forjar un nuevo capítulo de su historia.
Recordando con nostalgia aquel torneo glorioso del 2011, cuando la Sexta gritó campeón tras vencer a Alumni en una batalla épica que culminó con un 99 a 94, los ecos de esa gesta resonaron con fuerza. Juan Cravero, con sus 39 puntos magistrales, se erigió como el héroe de aquel momento.
Todo bajo la mirada atenta del estratega Cristian Le Bihan, quien hoy, con la misma convicción, busca repetir la hazaña. A su lado, Ignacio Tripelli, su fiel escudero, se prepara para una nueva contienda. Es que el ‘Verde’ está nuevamente en una final.

«Nos merecíamos ese campeonato, por todo lo que habíamos luchado», expresaba el ‘Mono’ Tripelli hace unos años en una charla con Línea de Tres. En ese entonces, Sportsmen era la bandera del básquet local, con antecedentes de gloria que incluían el título en el Argentino de Clubes en 2009.
Federico Poratti, otro protagonista de aquel equipo, reflexiona sobre su tiempo en Sportsmen: «Me recibieron de la mejor manera, a pesar de que venía de jugar para su clásico. Se formó un grupo muy unido y ganador. Aprendí mucho ahí y para mí es un orgullo ver que en dos de las estrellas, fui parte del equipo».
Le Bihan, el arquitecto de sueños y líder indiscutible, describe a Sportsmen como su felicidad, el combustible de su alma. «Sportsmen es mi identidad, mi yo realmente», confiesa. Los recuerdos de su padre y su tío Juan, se entrelazan con cada victoria y desafío, dando forma a la esencia misma del club.

Sebastián Ghirardi, refleja con gratitud su paso por el club: «Es un club de básquet histórico de Rosario y fue un placer enorme formar parte de esa historia». Con sus palabras, resuena el respeto y la admiración por una institución que va más allá de las canchas.
Y agrega: «Sportsmen es un club muy especial para mí. Tuve la suerte de jugar muchos años seguidos de la mano de Cristian, en buen nivel y peleando todos los torneos. Me hizo recuperar en esos años que jugué, todo lo que había perdido antes cuando dejé».
Así, entre recuerdos vibrantes y emociones palpables, Sportsmen se enfrenta a una nueva final, con la esperanza de volver a ser un baluarte en el básquet rosarino. La historia les brinda otra oportunidad para conquistar su séptimo título y no la quieren desaprovechar.