Sebastián Garnero, nació el 9 de noviembre de 1976, en Rosario. Desde pequeño y luego de vivir un tiempo en Tucumán, comenzó a ir al club de sus amores, Atalaya. Allí se crió y conoció el básquet en profundidad, desde escuelita hasta su debut; para así convertirse en un base de lujo y figura.
Sebastián, un competitivo por naturaleza, se nutrió de buen básquet. En su recorrido por las formativas de Atalaya, transcurrió las categorías de la ‘B’ como de la ‘A’ y hasta fue campeón en premini: «Me acuerdo de empatar con Provincial y contra Temperley. Son recuerdos y partidos que para la edad de un nene eran absolutamente demasiados competitivos».
Su debut en el primer equipo fue en Atalaya a los 14 años. «Me hizo debutar Juan García, confiaba mucho en mí y en mis capacidades y así me largó, tanto a mí como a Mauricio Piva». Eran partidos por el Federativo y por el ascenso a Primera; «muy picantes y de mucho roce», añadió Sebastián.

La odisea ‘Azul’ de 1997 vio a Garnero en uno de sus mejores momentos. Con un arranque irregular, el punto de inflexión fue el campeonato de la Copa en Temperley (NdR: en ese momento existía la Copa de Barrio La Sexta). «Empezamos a dar el cambio que necesitábamos y empezamos a creer un poco más en nosotros», expresó.
En la serie de semifinal, Atalaya se cruzó con Sportsmen Unidos y le ganó 3 a 2: «Ganarle la semifinal a un clásico rival, te da un empuje que nos hizo creer que se puede llegar al objetivo», confesó. El 29 de diciembre de 1997, frente a Provincial, Atalaya vivió por primera vez en su historia el momento máximo de gloria y Sebastián Garnero fue el armador y figura de aquel plantel.
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Al siguiente año, Garnero ya formaba las filas de Rosario Central. Durante su primera etapa como jugador ‘Auriazul’, formó parte del segundo tetracampeonato del club dirigido por Claudio Grimaldi. «Empezamos a conformar un plantel de mucha química, compañerismo, de jugadores excepcionales y también de buenas personas», rememoró.

Con aquel ‘Dream Team Canalla‘, logró cinco títulos, cuatro títulos locales y uno federativo. «Yo calcé justo, me dedicaba a jugar, el deporte era una pasión e iba para adelante; si tenía que jugar diez partidos seguidos, lo hacía», dijo entre risas.
«Recaí en instituciones muy pasionales, de mucho empuje y mucha convocatoria de gente».
Luego de varias temporadas y de un problema dirigencial, Sebastián desembarcó en Firmat FC. Allí jugó el provincial y luego ascendió al Federal. Un paso medianamente corto, «pero realmente mágico». El viajar y trabajar al mismo tiempo no tuvo rédito y su vuelta a la ciudad y a Atalaya fue la solución.
Con Pío All de vuelta en el club, Garnero dijo presente, pero poco tiempo. Belgrano de San Nicolás quería hacerse de la ficha del base: «Estuve tres meses, fui como reemplazante. Me fui a probar para jugar la A, no me fue mal, pero fue mi primera experiencia y sin representante me jugó en contra», recordó.
«Después de jugar en San Nicolás, vuelvo al club con Gustavo Móndolo a la cabeza. Esa etapa y la del ‘97 fueron de las mejores, un plantel genial que lo disfrute al máximo» declaró el base de su temporada en Atalaya en el 2006. Tras una buena campaña, jugando el provincial y entre los mejores cuatro del torneo local; el ‘Azul’ fue multado y desafiliado luego de aquel torneo desierto del 2006.

Con su dupla letal de Juan Luppo y con intenciones de armar un nuevo proyecto; Alumni de Casilda fue la opción acertada. «Nos divertimos, ganamos un Top 4 y hasta jugamos un Federativo que no nos fue mal», agregó.
Sebastián tuvo un paso fugaz por Fisherton en 2010, donde compartió plantel con los hermanos Fontana y Facundo Núñez. A priori a esto y a sus 34 años, Garnero cerró los temas particulares a resolver y fue de la partida de la campaña ‘Canalla’ en la Liga Nacional B.
«Quería darme el gusto de jugar de manera más competitiva los últimos años. Fue una experiencia muy linda».
A los 37 años, dio por finalizada su carrera deportiva en su segunda casa, Atalaya. «Se armó algo lindo. Me lesioné y ese fue mi último año de manera semiprofesional», recordó de su retiro como jugador.
«Mi idea original siempre fue terminar en el club».

Luego de un tiempo alejado del básquet, Sebastián volvió al club y estuvo cerca de la campaña al mando de Mariano Junco: «Fue realmente muy lindo poder vivirlo de cerca».
«En un contexto normal, sí me gustaría formar parte de un proyecto a largo plazo. Que el beneficio exclusivo sea para la institución, ya sea logrando objetivos deportivos o siendo la base para pibes deportistas que puedan criarse dentro del club, como lo hice yo», concluyó.
Trayectoria:
- Atalaya (1981/1997); (2003/2006) y (2013)
- Rosario Central (1998/2001) y (2010/2013)
- Firmat Football Club (2001/2003)
- Belgrano de San Nicolás (2004)
- Alumni de Casilda (2007/2010)
- Fisherton (2010)