Ricardo Bojanich, a sus 65 años, intentará cambiar la realidad desde la ARBB. Apunta a mejorar la estructura nacional de una categoría esencial en la formación. El experimentado entrenador pergaminense, adelantó, en diálogo exclusivo para Ld3, los puntos a tratar en las instalaciones de Náutico el jueves 19 de noviembre.
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Consultado sobre los beneficios de dicho proyecto en Rosario, respondió: «En primer lugar, dentro de las miradas del proyecto, se destacan los problemas transversales del mini en Argentina. Esto se debe a la informalidad y la falta de estructura organizativa a nivel nacional. La falta de respeto para cumplir las reglas de juego establecidas, en mayor o menor medida, son problemas que afectan a todas las Federaciones».
Y agregó: «Sobre este aspecto se debe resaltar que existen Asociaciones como la Rosarina que le otorga un lugar al mini. Que lo respeta por la importancia que tiene. Aun así, está claro que Argentina es muy heterogénea y hay de todo. Para legislar se tiene que tener una mirada integral, sin dejar de reconocer los excelentes trabajos con el mini de asociaciones cómo esta, que ayudan a confirmar por qué el país es el número uno en minibásquet latinoamericano».
«Pero nos falta mucho para ser buenos de verdad. Mucha autocrítica, mucha capacitación y mucho trabajo. De igual forma, lo que si tenemos, es muchas ganas de seguir creciendo y veo grandes energías para eso. En la charla del jueves analizaremos que es ‘ser informal'», ratificó Bojanich.
Ricardo, fue alumno en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) de Rosario, en sus tiempos de estudiante. «Ya que vivo en Pergamino, estuve siempre relacionado al ambiente por colegas con quienes fuimos por el mismo camino. Tuve un fugaz paso por Talleres de Villa Gobernador Gálvez. Lo suficiente para analizar donde se está, qué se hace en general y hacia dónde se quiere ir», aseguró.
Por otra parte, aseveró: «Hay una historia de años sobre la categoría en Rosario. Hubo diferentes modelos de enseñanza, competiciones y dirigentes que le dieron valor al mini, en mayor o menor medida».
«Como conclusión, veo con muy buenos ojos los que se está planteando y la actitud con la que se está trabajando. Si hay esfuerzo de equipo, definiendo metas y dejando de costado los intereses comunes, todo es posible. No es fácil, pero sí es posible con personas de mente abierta y que sientan lo que hacen», cerró.