A pesar del parate deportivo causado por las restricciones sanitarias, los distintos clubes de la ciudad continuaron trabajando arduamente para estar en la mejor forma posible cuando se diera la vuelta a las canchas. Patricio Cirillo, preparador físico de Los Rosarinos Estudiantil, describió cómo mantuvo los ejercicios con los jugadores durante la pandemia con las armas que tenía a su disposición y luego con el nuevo retroceso.
«Por suerte contamos con un grupo de alta concentración al trabajo. Eso facilita todo. Así que las propuestas de entrenamiento o zoom siempre fueron aceptadas con buena predisposición», declaró Patricio.
Sobrellevar las restricciones en las que no se puede estar con los compañeros y la vida diaria se vuelve aislada no es sencillo y todo el equipo de LRE tuvo esto claro. Otro de los retos fue mantener el incentivo en todos los basquetbolistas. «Es difícil motivar y continuar con los métodos pero está en la inventiva y la creatividad de los entrenadores para generar nuevos desafíos», sumó Cirillo.
«Los trabajos en esta etapa o la anterior (primera ola) fueron generales con el objetivo de sostener los índices de fuerza, principalmente, y las cargas de intermitencia».
Durante la fase uno que se transitó en el país, el club de barrio Luis Agote no podía realizar un seguimiento diario a todos sus jugadores, por lo que se optó por dividir los trabajos en bloques e ir preparando diferentes ejercicios en cada uno; también despejando dudas si surgían en alguno de estos grupos.
La incertidumbre de no saber cuándo se reanudarán las competencias es un factor, tanto emocional como físico, difícil de sobrellevar; pero el equipo de Estudiantil trabaja con ese reto asumido. «Fácil no es, pero priorizamos la salud del otro», expresó el PF.
«Así que es lo que nos tocó como sociedad y hay que asumir ese rol. Se trabaja pensando y planificando que la competencia puede ser mañana. Pero hoy la salud es lo primero».
De a poco las restricciones impuestas se van levantando y aunque hay que llevar cautela, diferentes clubes ya han podido volver a los trabajos respetando los protocolos establecidos. Patricio y sus jugadores lo vivieron con tranquilidad: «Ya tuvimos muchas varios reencuentros y este es uno más. Respetando todos los protocolos y tratando de hacer de cada entrenamiento un lugar para pasarla bien».
Patricio sabe que lo vivido sirve como aprendizaje y así lo asume: «Sinceramente vivo todo con mucha tranquilad. Serán los años cronológicos y de profesión que me dan el aplomo para llevarlo. Buscando dar los mejores recursos para sostener desde lo físico y emocional los estadios de los entrenados».