Actualmente, Libertad milita en la Primera A del básquet de la ciudad y es uno de los tantos afectados por el reciente freno de la actividad deportiva. Para conocer cómo se adaptó la institución a las nuevas restricciones, Línea de Tres se contactó con su presidente, Pablo Laporte, y con el entrenador de la Primera División, Guillermo Pío All.
Respecto al proyecto deportivo del club, el presidente Laporte, acotó: «A largo plazo, el proyecto es volcarnos a trabajar fuertemente en las categorías formativas. Históricamente fue sello del Club Libertad. Recuperar el nivel que teníamos hasta hace algunos años para poder nutrir nuestra primera división con jugadores formados en el club».
Por su parte, en relación a ese tema, Pío All agregó: «Para este año, en lo social, queremos mantener la estructura armada. En cuanto a cantidad de chicos, horarios y actividades, ya que con la pandemia todo esto se volvió muy complicado de sostener».
Hablando del aspecto deportivo, el DT dijo: «En lo deportivo hubo algunos cambios en los entrenadores a cargo de las distintas divisiones. Llevó a una readaptación de los chicos. Después del año 2020 que no hubo torneo a causa de la pandemia, se volvió prioritario recuperar a los chicos y volver a retomar el juego y la competencia, que seguramente va a llevar un tiempo largo».
Debido a las nuevas restricciones horarias, los entrenamientos en el club se vieron afectados y, sobre eso, Pablo manifestó: «Hacemos lo que se puede. Se ha reducido la duración de los entrenamientos para que todas las categorías tengan su espacio. En lo que se refiere a primera, es aún más complejo porque son mayores, tienen sus obligaciones laborales o de estudio y hay jugadores que no llegan a entrenar en horarios más temprano».
A pesar de la suspensión de la competencia, Laporte se mostró optimista para la vuelta: «Los chicos están con muchas ganas. Mucho tiempo sin competencia, las ganas de jugar al básquet, de pisar una cancha, creo que eso ya es una motivación para cuando arranque. Es un gran grupo humano, de buena gente y muy unidos». Y con respecto a las formativas, Pío añadió: «La motivación de los chicos pasa por el aprendizaje diario, los juegos y la sana competencia interna que cada división propone».
Para finalizar, ambos hablaron de los objetivos de Libertad. «A corto plazo, el objetivo es mantener a los distintos planteles tratando de que la deserción sea la menor posible. Y a largo plazo, es seguir con el crecimiento individual y grupal de los chicos en su desarrollo, tanto como jugadores de básquet y como personas», comentó el DT.
Por su parte, Laporte, concluyó: «Es un año atípico. Venimos de un año y medio ya atravesado por la pandemia, con retrocesos y parates que hacen complejo el trabajo. Esto, se suma a la situación económica crítica que atravesamos la mayoría de las instituciones. No nos permite proyectar lo que queremos porque estamos más enfocados en el día a día. En lo que va del torneo, aún no hemos podido presentar el plantel completo en ninguna de las fechas jugadas».
«Creemos que cuando se retome, ya con el plantel completo y más entrenamientos juntos, vamos a estar para dar pelea en un torneo muy difícil».