Nicolás González, el preparador físico de Regatas de Rosario dialogó con Línea de Tres sobre cómo fue trabajar durante la pandemia y cómo afrontó el nuevo retroceso. El conjunto comandado por Germán Vitelli, integra la Zona 1 de la Primera A. Sus dirigidos disputaron cinco encuentros, donde cosecharon tres triunfos y dos derrotas.
«El trabajo en la primera parte de la pandemia fue todo un desafío. Tanto para los entrenadores como para los deportistas. Nunca antes había realizado una sesión de entrenamiento a distancia. Con el correr de los días de confinamiento sufrimos el debido desgaste y eso se sintió mucho. Nos obligó a ser muy creativos en cuanto a las propuestas para poder mantener ese espíritu deportivo», fueron sus primeras impresiones de la cuarentena.
Además, destacó: «En esas primeras sesiones virtuales propuse un circuito intermitente, el cual contenía ejercicios tanto físicos como técnicos. En las pausas sugería realizar actividades de muy baja exigencia física, pero de elevada concentración y jubilo».


En referencia al retorno de las actividades, comentó: «Cuando eso comenzó a mencionarse, trabajamos en forma conjunta con los entrenadores para preparar un programa especial. El principal objetivo fue fortalecer los puntos débiles de los deportistas, previo a la pandemia y los generados durante la misma. Abarcando los aspectos físicos y técnicos por igual».
Y agregó: «Cuando el club volvió a abrir sus puertas y nos reunimos con los deportistas hayamos un panorama muy bueno en lo físico. Sorpresivamente los chicos no sólo mantuvieron sus niveles previos al confinamiento, sino que algunos incluso los había mejorado». En el club de la ribera tienen como premisa que a partir de los 13 años, los deportistas arranquen con los entrenamiento de fuerza.
También, comentó que realizaron bloques destinados a la prevención de lesiones y que diagramaron uno exclusivo para los deportistas que llevaban adelante su recuperación. «Para esto aprovechamos que uno de nuestros jugadores de primera división, Gonzalo Garrofe, está cursando el último año de kinesiología. Junto a él desarrollamos un trabajo en conjunto», resaltó.
Sobre la comunicación con el entrenador, mención: «El constante dialogo con el cuerpo técnico es fundamental para desarrollar una buena formación. Hace unos años se conformó un consenso de preparadores físicos. Allí nos reunimos una vez al mes a intercambiar y compartir el trabajo que cada uno realiza. También se exponen propuestas, dudas e inconvenientes que puedan llegar a surgir en nuestras prácticas».
En cuanto a la pretemporada, subrayó: «Lo primero que hicimos fue evaluar, para saber donde estábamos parados. Hemos incorporado un departamento de evaluación con los mismos profes que forman el consenso. Esto es una gran ventaja y más en estos tiempos de confinamiento».
«Previo al último cierre que hemos sufrido aprovechamos para evaluar en la sala de musculación, en la pista y en el campo de juego. Así recaudamos datos para trabajar en un posible nuevo confinamiento. En base a esto planifiqué y planifico lo que voy a trabajar con cada jugador», continuó.


A cerca de la actualidad del plantel, declaró: «El equipo se encuentra sin perdidas importantes en los niveles de fuerza y resistencia. Tampoco hemos hallado mejoras en las mismas. En cuanto a lo anímico, siento que hay un nivel alto de desgaste a seguir utilizando los métodos del año pasado. De seguir con esa modalidad sumergiremos a los deportistas en un desgano hacia los entrenamientos».
También, aclaró: «Tengo pensado seguir trabajando completamente de forma individual. Con el agregado de combinar sesiones semanales que apunten netamente al básquet con la actividad que más le agrade al deportista. Hay jugadores que les gusta el ciclismo, boxeo, el fútbol entre otros y con ello generar una transferencia positiva al básquet».
Sobre sus objetivos, cerró: «Disminuir en mayor medida el impacto negativo que genera el confinamiento. Haciendo foco absolutamente en el apartado físico y motivacional, aprovechando las sesiones presenciales. Allí me acerco para dialogar y realizar una evaluación mediante la observación un poco más fidedigna que la virtual».