Nicolás Botti, actual entrenador de Temperley, comenzó su carrera como jugador cuando tenía cuatro años. Aunque su primera pelota se la regalaron al año, en el club de sus amores de República de la Sexta, militó todas sus divisiones formativas.
Nicolás, tenía en claro su amor por el juego y decidió estudiar el profesorado de Educación Física. A los 20 años, en el transcurso de la carrera, realizó el curso de entrenadores ENEBA Nivel 1. Y a los 21, comenzó a trabajar en el mini básquet de Ciclón, iniciando su camino en la dirección técnica.
A los 22, luego de unos largos años de compartir equipo con sus amigos y de disfrutar el deporte, decidió inclinarse a estar del lado de afuera, al mando de los equipos y dejó de jugar al básquet. Al verse difícil encontrar su lugar en el plantel de primera, fue alejándose poco a poco del hecho de ser jugador y viéndose más cómodo con el buzo de DT.
«Aunque por estos tiempos vemos que es más común que los chicos cambien de club, yo siempre jugué con mis amigos porque era lo que me gustaba», expresó.
A lo que agregó: «Siempre tuvimos como objetivo jugar todas nuestras inferiores en ese nivel y defender los colores del club. Luego, cuando pasé a primera división, me di cuenta que no tenía lugar en el equipo y ya tenía ganas de empezar a trabajar en el básquet. Así que decidí hacer el curso y por suerte, al poco tiempo, pude empezar a trabajar».
Nicolás tuvo como entrenador a Néstor Gnass, otro conocido de esta profesión y del ámbito rosarino. Tras esta experiencia de ser dirigido por quien hoy es su colega, habló y expresó sus sentimientos encontrados. Hoy son colegas y rivales en la élite del básquet local.
«Fue un gusto que me haya dirigido ya que en ese momento él comenzaba su carrera como entrenador. Fueron lindos años», contó Botti. Y agregó: «Es un honor competir contra él y tantos otros colegas de Rosario, siempre se puede aprender».
En 2013, fue cuando luego de alejarse de Ciclón, tuvo una nueva oportunidad de marcarse en esta profesión de entrenador, en Alumni de Casilda. En este club, Nicolás terminó de desarrollar su aprendizaje y comenzó a ganar experiencia como DT. Fueron cuatro años increíbles donde apostó por su crecimiento personal y profesional.
2017 fue el último año que se vio envuelto en el club casildense, para abrir paso y regresar a su segunda casa. «Siempre se volverá al primer amor«, cita el ´Pity´ de Las Pastillas del Abuelo y Nicolás así lo hizo, regresando a Temperley en el 2018, esta vez con el cargo de DT. Allí, supo disputar dos veces el Cuadrangular Final de Superliga tras grandes temporadas.
«Dirigir en Temperley para mi es un sueño cumplido y más aún haber disputado dos finales», comentó con emoción, Nicolás.
En el ‘Negro’, ha tenido la oportunidad de dirigir en Copa Santa Fe en la temporada anterior, logrando un gran torneo. Finalizaron 11º en la general y de no ser por el COVID-19, se hubieran emparejado con Atlético Tostado por los octavos de final. Una campaña extraordinaria para los de la Sexta.
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Sobre objetivos personales dijo que los entrenadores deben «seguir aprendiendo y mejorando siempre» y tratar de no estancarse. Y como equipo el objetivo con Temperley es formar un equipo competitivo y poder luchar por un título, algo que es ansiado hace ya varios años.
Nicolás Botti y una vida ligada a la pelota naranja. Desde sus comienzos a los cuatro años hasta el día de hoy con 31 años. Este será otro año al mando del club de sus amores y se espera que pueda mejorar la temporada que no se pudo concluir y darle una alegría a los de Ayacucho 2153, que tanto le dio a él.
Trayectoria como jugador
- Temperley (categorías formativas)
Trayectoria como entrenador
- Ciclón (2011/2012)
- Alumni de Casilda (2013/2017)
- Temperley (2018/Actualidad)