La perimetral rosarina Natalia Rios, actual jugadora del Blue Lizard Basket Capri es un ícono del básquet femenino de la ciudad y el país. Entabló su primer contacto con la naranja en 1985. Comenzado su historia de amor con el básquet, en Barrio Echesortu, Natalia exportó su leyenda hasta el viejo continente consagrándose más de una vez. Dejó marcas imborrables en el mundo, junto a la Celeste y Blanca.
A los cinco años ingresó a las divisiones inferiores de un club, cerca de su casa y fue de suma importancia para su desarrollo, Libertad. Allí estuvo hasta 1990 para pasar al año siguiente por Edison, duró una temporada en el club de calle Iguazú.
Llegó a Provincial, para debutar en primera y obtener su primera experiencia con Argentina en el Sudamericano de infantiles jugado en 1996, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Así llegaba su cuarto club en la ciudad, Centro Asturiano. Habitué de las selecciones, también jugó el Sudamericano de juveniles de Ancud, Chile en 1998.
Tras la temporada en la institución de Fisherton, Rosario Central le abrió las puertas, terminando de explotar su potencial. En el ‘Canalla’ ganó tres títulos, y hasta logró alcanzar el tercer puesto de Liga Nacional. En 2001 firmó su primer contrato profesional con la entidad de zona norte.
Disputó dos Sudamericanos (Brasil 99’ y Perú 01’), un Preolímpico (Cuba 99’), unos Juegos Panamericanos (Canadá 99’ – 5° puesto) y un Pre Mundial (Brasil 01’) con la camiseta nacional, donde ya era una convocada habitué por Eduardo Pinto.
Arribó a Capital para defender los colores de Lanús. Jugó la Liga Nacional Femenina 2001/02 y a la vez disputó el Torneo Metropolitano con un equipo que apenas alcanzaba los 19 años de promedio. En 2002, participó de la gira internacional que realizó la Selección por España como preparación para el Mundial de Shanghái, China.
En su primera presentación mundialista, se quedó en el 10° puesto tras ser terceras en el Grupo A y quedar últimas en el Grupo E.
Al año siguiente, mientras practicaba como extranjera en el CA Faenza, tuvo su primera experiencia internacional. Jugó el Sudamericano en Ecuador, el Preolímpico en México, y los Juegos Panamericanos en República Dominicana, donde salieron quintas.
En la siguiente temporada, formó parte del Basket Club Bolzano, para jugar Serie A1 (máxima categoría del básquet italiano). En lo que fue su debut en como extranjera comunitaria. Un año mas tarde, con en el Pallacanestro Bolzano ascendieron a la B D’eccellenza, quedándose con la Coppa Veneto. Natalia, se llevó el premio a la Migliore Realizzatrice por ser la mejor jugadora de la final.
En 2006, jugó el Sudamericano de Asunción, Paraguay. Fueron las subcampeones del torneo, luego de caer en la final con Brasil. Estos resultados clasificaron a Argentina al Mundial disputado en San Pablo, Brasil. Natalia volvió al país con un 9no puesto al que denominó, «histórico».
A mediados de la campaña 2006/07, regresó al CB Bolzano. En esta oportunidad, jugó Serie A2, ya que el equipo descendió y Natalia jugó como extranjera oriunda. Al año siguiente, recorrió más de 1000 kilómetros para instalarse en la ciudad de Rende y jugar en el Calabria Maceri Rende, mejorando la actuación de la temporada anterior, quedaron en la 8° ubicación del Grupo Sur de la Serie A2.
En 2009, cambió de país, fichada el por el Proffasa Badajoz Extremadura en la Liga Femenina 2. Regresó a Italia a fin de temporada para firmar con el Cus Cagliari de la Serie A2 de la isla de Sardegna. Un año después, emprendió la vuelta al país para jugar la Liga Nacional con Central Entrerriano de Gualeguaychú. Con las entrerrianas llegaron a disputar el Final Four de la Liga y quedaron en la cuarta posición.
En 2011 retornó a Europa, para sumarse a las filas del Victoria Basket Forli de la Serie B2 italiana los últimos tres meses de competencia. 10/10 en partidos ganados y otro ascenso para la rosarina. A fin de año tuvo un paso por Deportivo Berazategui, para jugar Liga Nacional, donde finalizaron cuartas y el Torneo Metropolitano con el equipo bonaerense en el que dejó una gran imagen.
En 2013 vistió la camiseta del Univalle de Tiquipaya, Bolivia. De la mano de Natalia, derrotaron a San Simón por 66-44 y se consagró por séptima vez consecutiva campeón de la Liga Superior de Baloncesto. La argentina fue elegida como la Mejor Jugadora del partido en el que demostró todo su potencial.
En ese mismo año, se calzó la casaca del Triple E de Cuenca, Ecuador y así continuó descubriendo destinos a través del deporte. Siempre con la garra que la caracteriza, terminó como goleadora del torneo. 2014, también la encontró en el país, Natalia se mudó a la capital, Quito, para jugar Liga Ecuatoriana en el Mavort. Con el equipo capitalino, se quedaron con el subcampeonato.
Llegó a Posadas para jugar el Torneo Federal Femenino con Tokio, fue una de las figuras de las misioneras. Luego de un paso por el Futura Basket Brindisi, llegó la oportunidad de volver a la Superliga Femenina en La Unión de Charata. En 2015 fue el refuerzo estrella de Talleres de Villa Gobernador Gálvez, para coronar en la Rosarina. Además, tuvo buenas actuaciones en el Argentino de Clubes que no pudo repetir en el Federal, allí quedaron fuera en primera ronda.
En 2016 llegó a Tomás de Rocamora de Entre Ríos para jugar la Superliga Femenina y estuvieron a sólo un resultado de avanzar a los playoffs. En 2017, fue fichada por Ben-Hur que apostaba al Torneo Federal con un gran grupo.
Superó la Zona 1 y quedaron fuera en semifinales a través del sistema olímpico. Junto a Gisela Vega y Agostina Ledesma, Natalia, llegó a Quimsa, con el equipo santiagueño alcanzó el cielo. Fue campeona de la Liga Nacional tras vencer a Obras por 75 a 74, la rosarina aportó 19 puntos y se llevó el premio de MVP.
En 2018, volvió a Ben-Hur para jugar el torneo local y el Federal. En esta última competencia, llegaron al Cuadrangular Final que se jugó en Rosario (junto a Lanús, Atalaya y Ben-Hur de Rafaela). Sólo pudieron ganarle a las rafaelinas y se ubicaron en el 3er lugar.
Al año siguiente, regresó a Italia, su segunda casa, para disputar la Serie B con el Virtus Ariano Irpino. Ganaron la Copa Campania al superar a Battipaglia, 79 a 49 (Natalia aportó siete puntos) y a su vez, ascendieron a la Serie A2. Volvió a Tomás de Rocamora, para disputar la Liga Nacional 2019. Las comandadas por Laura González, eliminaron a Vélez Sarsfield y cayeron en semis frente a Quimsa.
Su último club fue el Olimpia Capri, en el que tuvo buenas actuaciones en Lega B. A sus 39 años, regresó al país y su futuro ahora aguarda en Capri, equipo que sólo cambió su denominación. Lo único que nunca cambiará, la intachable carrera de Natalia, con huellas en clubes y selecciones. Desde Rosario a Europa, será un emblema del esfuerzo y la perseverancia deportiva. Ejemplo para muchas.