Matías ‘Rulo’ Dinsmann fue parte de los mayores logros en la historia de la reconocida institución de Villa Gobernador Gálvez. Desde temprana edad, resonó en los registros del básquet local y dejó una marca imborrable en el ascenso de la ciudad a fines del ’00. Pasó efímeramente por la zona norte de la ciudad y como no pudo ser de otra manera, volvió para hacer historia nuevamente en su hogar, en 2012.
Primeramente, en 1990 y con ocho años, ‘Rulo’ comenzó a realizar las diversas actividades deportivas que brindó Talleres RPB. No obstante, se inclinó por la naranja, a lo que confesó: «Por cuestión de la edad, afinidad y facilidad, terminé decidiéndome definitivamente por el básquet».
Realizó los primeros escalones formativos, hasta que llegó Marcelo Roig. Con él, las formativas de ‘La T’ dieron un salto de calidad, encontrando a ‘Rulo’ en medio de ese proyecto. Aquel salto de nivel, le permitió debutar en la máxima categoría, siendo aun cadete de primer año. De hecho, en su segundo año de cadete ya formó parte del quinteto titular, despuntando un enorme talento con 15 años.
En 1998, aquel Talleres disputó la Primera B, pero quedó eliminado de forma temprana. Tras esto, se generó una reestructuración total, donde el plantel se conformó netamente de juveniles, con Matías. Entre ellos, sólo Federico Sauro se encontró como ficha mayor. En el ’99, ‘La T’ logró el primer hito histórico, alcanzando la A rosarina.
Luego de aquella epopeya, se mantuvo en la institución varios años más. Ininterrumpidamente, participó en la máxima categoría e integró el elenco denominado Unión del Sur (NdR: fusión entre Talleres RPB y Saladillo) para disputar los Torneos Federativos. Ya en 2003, se separó por primera vez de su club.
Sobre aquel cambio de aires, resaltó: «No fue fácil. Hoy en día me cuesta mucho desprenderme de las cosas, sobre todo después de pelear previamente la permanencia. Por lo menos pudimos mantener al club arriba». Tras sostener la categoría, paso a Regatas, donde se codeó en la élite local y a su vez, de en el Campeonato Federativo.
Con el conjunto de zona norte, ese mismo 2003, disputó las finales frente a Los Rosarinos Estudiantil. Desafortunadamente, los resultados no acompañaron. No obstante, Dinsmann reconoció: «La experiencia en Regatas fue muy buena. Nos sostuvimos varios años peleando en alto nivel, teniendo la posibilidad de cruzarme con grandísimos jugadores como Adrián Bueres o Sebastián Vergara. Entre tantos, me enseñaron un montón».
En 2007, tras varias campañas de gran nivel y muestra de calidad individual, regresó a su primer amor. Asimismo, Talleres había regresado al segundo escalón rosarino en 2005 y ‘Rulo’ destacó: «Estando en Regatas, sufrí mucho el descenso. Tuve mucha impotencia por no haber podido dar una mano».
Luego de batallar durante cinco años, el 2012 se transformó en una campaña bisagra en la vida del galvense. Talleres ascendió nuevamente, por segunda vez en su historia, a la Primera A. Desde ese momento, Matías quedó grabado a fuego en ‘La T’, donde decidió paralelamente ponerle fin a su carrera.
Sobre su último tramo deportivo, contó: «Llegamos al 2012 golpeados, zafando del descenso y conmigo al borde del retiro. Asumió Rogelio Spedaliere, me pidió que siga un año más y armó un lindo equipo con posibilidades de ascender».
Pese a que se llegó a instancias finales con dificultades y un plantel en constante conflicto, la segunda fase del campeonato resultó en un clic. «Dimos vuelta la cabeza y gracias a eso logramos el ascenso», reconoció. Finalmente, luego de coronarse frente a CAOVA, reflexionó: «Si bien terminamos la campaña con broche de oro, desde el principio tuve decidido que iba a ser el último año».
Tras su segundo hito con la institución de Villa Gobernador Gálvez, se homenajeó a ‘Rulo’ de una forma más que particular. El gimnasio, ubicado en la avenida Juan Domingo Perón, pasó a tener su nombre: «Es algo sumamente particular y peculiar. No me gusta llamar la atención. Pero la muestra de cariño por parte de la dirigencia y la hinchada misma, con chicos con los que he jugado y reencontrado en reserva o maxi básquet años después, es muy gratificante».
Tanto por sus cualidades dentro del parquet, como su personalidad introvertida, Matías Dinsmann es sinónimo de Talleres RPB. Retirado como jugador, dedicó unas palabras para el club que lo cobijó en el inicio y el final de su trayectoria: «Talleres es todo, un lugar muy pasional y entrar a la cancha era hermoso. Tengo a todos mis amigos ahí y haber logrado compartir diferentes logros con ellos es inigualable».
Trayectoria
- Talleres RPB (1990/2003) y (2007/2012)
- Regatas (2003/2006)