El preparador físico de Unión y Progreso explicó cómo se trabajó en el club desde el inicio de las restricciones en 2021 y cómo afrontarán el segundo semestre de cara a las competencias venideras. El equipo que dirige Néstor Gnass se coloca primero en la Zona 1 y buscará seguir por este camino.
Matías Catalano, responsable del área física del equipo de primera explicó cómo fue adaptarse a trabajar bajo la virtualidad: «La verdad no fue tan dura la adaptación. Si cuesta, creo que les paso tanto a los preparadores físicos de los clubes como a los entrenadores».
A lo que agregó: «Para todos el año pasado fue lo más difícil, pero en Unión existe una cultura de trabajo muy marcada. Todos los jugadores saben que lo más importante es estar entrenando para poder lograr los objetivos planteados».
En el club, trabajaron arduamente durante el 2021 para mantener el ritmo lo más posible. Cada basquetbolista debía seguir una planeación especialmente creada para él. Aún así, los entrenamientos no variaban en muchos aspectos para que el equipo se mantuviera a un nivel colectivo similar.
«Tanto Néstor cómo Pablo Diez, profesor de las inferiores, les gusta una velocidad de juego alta. Ellos piden mucha presión y nunca resignar nada. Entonces trato de adaptar todos los trabajos para que los jugadores puedan rendir de la mejor forma dentro de la cancha», explicó Catalano.
Matías describió que en el club se dieron variaciones entre el equipo de primera división y las inferiores: «En inferiores se mantenían los días de trabajo como si haríamos los entrenamientos en el club. La idea fue que ellos sigan en movimiento, que no pierdan el hábito al entrenamiento y lo más importante, seguir en contacto con sus compañeros».
Sin embargo, diferenció algunos aspectos: «Con la primera fue más semanal. Todos los lunes se enviaba el trabajo y después el seguimiento era más individual. Aunque no todos tenían la misma disponibilidad horaria para realizar los trabajos».
«Hoy en día la cabeza juega un rol fundamental. En estos dos meses que tuvimos que volver a frenar. Arranqué con una planificación, pero a los días le di un giro importante a la que llevaban a cabo los más chicos», sumó.
Además, precisó: «Un día a la semana la usaba como medio de encuentro. Se dieron algunas charlas y tuvimos la posibilidad de hablar con Marco Giordano y Carlos Altamirano. Nos quedó pendiente una con dos grandes personas y jugadores del club como Gastón Amiano y Juan Brusa».
Con las restricciones más flexibles, finalmente los equipos de Rosario pudieron volver a entrenarse juntos en el espacio del club. Esto fue un gran alivio y sirvió de impulso anímico. «El hecho de poder volver al club, fue una sensación muy linda y necesaria. Tengo la suerte de entrenar a grupos que son responsables y apasionados por lo que hacen», destacó Catalano.
«No es lo mismo laburar dentro del gimnasio o cancha que en sus respectivos hogares. Por suerte se adaptan rápido a mis exigencias».
A pocos días de la vuelta a los partidos oficiales los equipos van tomando ritmo y se muestran con muchas ganas de iniciar. Unión y Progreso terminó en la primera posición de la Zona 1 de la Superliga al momento del parate por lo que buscarán seguir llevando a cabo los puntos altos que mostraron el semestre anterior.
«Por suerte, todo se va acomodando y estamos volviendo a los entrenamientos o planificando sobre los mismos. Sabemos que los torneos están pronto a llegar. Con Néstor y Pablo trabajamos mucho en conjunto. Yo ya tengo mi planificación, dialogamos lo que se van a desarrollar en sus entrenamientos y a partir de ahí llevo a cabo el laburo», explicó Matías.
«Por suerte tengo su confianza y eso muy importante. Quiero decir también que todos los grupos son increíbles, se adaptan y trabajan siempre al 100%. Trabajar de lo que uno le apasiona y en el club que ama, no tiene precio», enfatizó.
Consultado por el inminente comienzo del torneo local, indicó: «La idea es que todos lleguen de la mejor forma al inicio. Es difícil plantear objetivos a largo plazo sabiendo que en un mes o en un tiempo, puede cambiar todo y no arrancar».
E insistió: «Ahí también está nuestro rol, donde cumplimos un papel importante en el plantel. No sólo el exigirle y enseñarles cosas dentro de un gimnasio, sino de mantener siempre al jugador motivado y concentrado para los desafíos que vengan».
Para finalizar en preparador físico, señaló: «Creo que hay que fijar objetivos cortos. Necesitamos recuperar el tiempo perdido y preparar al jugador al 100% para jugar. El inicio está cerca y hay que estar preparados».