Matías Bernardini regresó una vez más a Temperley para jugar la Superliga durante un lapso de tres meses. El escolta nacido en el club ‘Temperlista’, llega tras disputar la Liga Portuguesa de Basquetebol con el Portimonense.
Antes de arribar a Portugal, el escolta de 30 años había pasado por La Salle de Tarija, en Bolivia, y por varios equipos argentinos en la primera y segunda categoría del básquet nacional. Además, en 2014 tuvo un paso por el club Recife, en Brasil.

«Estuve mucho tiempo fuera de Argentina y más allá del nivel en el que esté jugando, siempre volver a Temperley es volver a casa. Así que aproveché mi visita al país para darme el gusto de volver al club y disfrutar con amigos y familia», expresó en primera instancia.
Y agregó: «Desde el primer minuto tanto Hernán (Corte), como la comisión, me dieron el visto bueno y me abrieron las puertas de la institución, como lo hicieron toda la vida. Siento felicidad y esa sensación de no haberme ido nunca. Al club lo encontré hermoso cuando llegué. Cada vez con más gente, más disciplinas y con una mejor infraestructura».

«Por el lado del plantel, creo yo que los resultados hablan por sí solos. Además, se armó una mezcla de jóvenes y algunos no tanto como ‘Huevo’ Zorrilla y Andrés Ottolini, pero una linda mezcla que evidentemente funciona», mencionó.
Sobre su futuro, adelantó que seguirá jugando en la primera división del básquet portugués: «Ya tengo contrato firmado con otro equipo en Portugal, así que a mediados de agosto ya emprendo la vuelta para arrancar la pretemporada allá».
Mientras que, para finalizar el escolta confesó uno de sus sueños: «Retirarme en el ‘Negro’ es algo que ya me imaginé 100 veces. Creo que todavía estoy lejos de eso, pero seguro es algo que me sentaré a pensar cuando llegue ese día».