Martín Audano, nació el 18 de febrero de 1988 en el seno de una familia básquetbolera. «Empecé a jugar al básquet por mi papá. Él fue jugador y DT y estaba muy ligado al deporte. Cuando empezó a dirigir la primera división de Ciclón, yo tenía 5 o 6 años y comencé ahí», recordó sobre sus comienzos.
«Para la mayoría de los chicos es tu ídolo y mi papá lo es para mí. Me transmitió esa pasión y yo lo acompañé a todos los lugares donde fue», agregó el actual director técnico de las inferiores de Atalaya.
Audano, realizó todas sus inferiores en Ciclón: «Tengo a mis amigos ahí. Fui más que feliz, logramos hacer un grupo de amigos muy unidos. Entrenábamos juntos e íbamos a la pileta, o compartir cosas en el club. Disfruté mucho. Hoy día, sostengo esas amistades, tenemos un lazo muy fuerte de amistad».
Por otra parte, rememoró a sus primeros compañeros y entrenadores: «Mis primeros compañeros fueron Franco Borsellino y Paulo Román, entre otros. Casi todas mis divisiones inferiores, me dirigió Adrián Bueres. Después me entrenó Mariana Carrizo (NdR: ahora está en España) y nos ayudó muchísimo».

Debutó siendo U17, con 16 años, en la primera de Ciclón y de la mano de Manuel Córdoba. «Fue de local versus Newell’s Old Boys y hasta metí un doble (risas). Tanto yo, como ‘Picha’, éramos cadetes y empezamos a integrar el plantel de primera. Debutamos juntos, un lindo recuerdo. No me lo esperaba», contó.
Ciclón, quería ser campeón y sacarse la espina de las finales perdidas. Trabajó arduamente para conseguir el título y finalmente en 2003, lo logró frente a Banco de Santa Fe. «Fue como un sueño. Hacía muchos que estaba en el club. Sufrí las tres finales consecutivas, por mi papá y porque era hincha. La cuarta, fue un desahogo. Se formaban grandes planteles y un sentido de pertenencia del club. Fue algo hermoso, de las experiencias más grandes de mi vida».
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«Por cosas del destino, uno va haciendo su camino, pero tengo los mejores recuerdos. Sigue estando en mi vida», confesó sobre su partida del ‘Diablo’. En 2006, tres años después de la coronación, se fue rumbo a Calzada para seguir desplegando su joven juego.
«Allí, me recibieron muy bien. Es una gran familia de gente muy laburadora. Los años que estuve, los viví con mucha pasión. Me llevo recuerdos y amigos hasta el día de hoy», reveló de su paso por el ‘Rojinegro’ de Avenida San Martín.
En 2008, Martín Audano llegó a Banco de Santa Fe, quien lo tuvo de verdugo en 2003 lo albergó para desarrollar sus últimos años como jugador y los primeros como entrenador. «Es todo a pulmón. Prácticamente el club no tiene vida social y construir algo era muy difícil», dijo sobre su llegada a la institución.
Allí, en 2010, colgó las zapatillas luego de 15 años en el deporte. «Me retiré a los 23 años, me había ido al descenso con Banco y me desmotivó mucho. Me sacó las ganas de seguir jugando. Ya entrenaba conmigo Lautaro Suárez, tenía 15 años y unas ganas tremendas de jugar. Di un paso al costado para que él pueda jugar más y mostrarse. Era más por compromiso, me di cuenta y me fui», confesó.
Y ya nuevamente en busca de otro objetivo, expresó: «Por suerte Sebastián Barbieri, el presidente, confió en mí para que sea el DT de la primera. Me dio la posibilidad de hacer los primeros pasos en esta carrera. Es un gran club, crea un cariño muy grande. Tenía muchas ganas de ser entrenador, quería dedicarme a eso».
«Había muy pocos en minibásquet, así que lo primero que intentamos hacer fue masificar a los chicos en el club. Para sumar cantidad de chicos, nos acercamos a escuelas y gente del barrio. Teníamos chicos que asomaban como promesas: Lautaro y Alejo Suárez, Mauro y Facundo Tolosa y Lucas Boffelli. Había que rodearlos para que esos chicos lleguen a primera», destacó de su primera incursión del otro lado de la línea.
Pero, con esfuerzo, se lograron grandes objetivos en el club: «Durante dos años jugamos Federativo en primera, eso potenció mucho a las inferiores. Los años que estuve, logramos cumplir con la cantidad de chicos y hemos sido competitivos. Se han logrado ascensos, fueron años lindos en Banco».

Luego de ocho años en el equipo, se mudó a la vuelta y llegó a Atalaya. Llegó en 2017 al ‘Azul’ de la Sexta y en la actualidad continúa en aquel barrio que respira básquet. Sobre su llegada al club, Martín Audano, declaró: «Es gran parte de mi vida, siempre pensaba si iba a poder dirigir a un grande de Rosario. Un día me llamó Sol Nieto, para manejar divisiones inferiores. Fue una gran satisfacción, valoraron mi trabajo en Banco. Tengo un gran amor por el club, es gran parte de mi vida. Se trabaja muy cómodo y es muy pasional, se vive así todos los días».

En referencia a sus objetivos principales a futuro, remarcó: «Quiero poder seguir creciendo en Atalaya y potenciar las divisiones inferiores del club. Mi objetivo es estar siempre en una cancha de básquet enseñando a los chicos y desarrollar bien mi trabajo. Dejarle herramientas a los chicos para su desarrollo».
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«Mi sueño es ser campeón en alguno de los equipos que dirija. Es lo que más me gustaría, todo lo demás va llegando solo», cerró Martín Audano.
Trayectoria como jugador
- Ciclón (1995/2006)
- Calzada (2006/2008)
- Banco de Santa Fe (2008/2010)
Trayectoria como entrenador
- Banco de Santa Fe (2008/2016)
- Atalaya (2017/Actualidad)