El camino de Atalaya en la fase regular del Torneo Femenino culminó con un sabor amargo. El ‘Azul’ de la Sexta finalizó en la última posición de la primera fase, por lo que deberá enfrentar en los playoffs al primero, Regatas San Nicolás.
Luego de la sanción, que tuvo en vilo su participación en los torneos Marcelo Sandoval, dialogó con Línea de Tres. El DT comentó los puntos principales sobre el andar de sus dirigidas en la primera fase, y lo que espera para los playoffs.
Arrancó haciendo un balance de la etapa regular: «Deportivamente no nos fue bien, el balance es negativo. No pudimos encontrar nunca el equipo ni el nivel para ser competitivas. Cuando estuvimos bien, no lo pudimos mantener, nos faltó regularidad en ese aspecto, por eso ganamos solamente un juego».


Y continuó: «El equipo fue mutando mucho durante la competencia. Tuvimos varios problemas durante la temporada. Algunas jugadoras se fueron y otras que estaban a préstamo volvieron, eso nos llevó a que no podamos encontrar la identidad de juego».
«Estábamos en un cambio constante».
De cara a los playoffs, nombró los principales puntos a pulir: «Lo más importante es lograr la regularidad. Tenemos que mantener la concentración los 40 minutos del juego, tanto ofensiva como defensivamente. Tenemos algunas lagunas en las cuales nos sacan una diferencia que después no podemos remontar, eso lo tenemos que trabajar».


También hizo un breve análisis de lo que puede ser el primer enfrentamiento: «Nos va a tocar enfrentarnos con el primero, puede ser Ben-Hur o Náutico. Si te desconcentras contra esos equipos, te lo hacen pagar, y te hacen esos parciales negativos que luego se hacen casi irremontables».
Y siguió con su observación: «Son equipos que tienen mucha experiencia, y cuando te sacan una diferencia la manejan bien. Vamos a intentar de ser lo más competitivas posibles, pero principalmente necesitamos mantener la concentración los 40 minutos».


El DT se mostró confiado con las posibilidades de su equipo: «Hay muchos ejemplos donde se esperaba poco de un equipo y se da la sorpresa. Siempre hay que confiar en el potencial de uno mismo, aunque sin excederse. Hay que potenciar las virtudes y disimular las debilidades. Podemos ser competitivas ante cualquier rival con las armas que tenemos«.
Por último, acabó reflexionando sobre los objetivos: «No soy de esos entrenadores que piensan que es bueno por ganar o malo por perder. Estoy en una fase como entrenador donde analizo mucho más el proceso y el camino que el resultado final».
«Me tocó estar en las ‘buenas’ hace dos temporadas y hoy estoy en las ‘no tan buenas’. No creo en el exitismo, no importa sólo ganar. El objetivo es siempre llegar lo más arriba posible, pero no me desvela ganar un torneo, no vamos a ser mejores o peores por ganarlo o no», concluyó.