Lucas Gobbo nació en Rosario el 9 de noviembre de 1978. Sin embargo, creció en Maciel y fue en el club homónimo a la ciudad donde empezó en el deporte. Años después, el amor por el básquet sigue intacto y lucha cada fin de semana para defender de la mejor manera la camiseta de Fortín Barracas.
Lucas, dio sus primeros pasos con la naranja a los siete años, fue en el Club Maciel donde creó sus primeras armas. «Empecé a jugar con el profe Pedro Comisso al quien siempre recuerdo con mucho cariño» contó. En el ‘Rojo’ permaneció jugando hasta los 13 años cuando comenzó la secundaria en Gálvez, por lo que no pudo seguir con los entrenamientos.
Volvió al parquet ya como U19, para jugar en la NBA. Sí, leyeron bien, Gobbo arribó a los 18 años al Club Alba Argentina de Maciel que por ese entonces jugaba en el Nuevo Básquet Amateur (NBA). «Muchos de los que les cuento se ríen y no me creen pero la liga se llamaba NBA y orgulloso a los más chicos les cuento que salí campeón de la NBA (risas)», agregó. Hasta el año 2001 Alba compitió en la NBA para luego ser parte de la Liga Cañadense.
A los 20 años abandonó su pueblo y se instaló en Rosario para estudiar. Durante esos años de estudiante, integró el equipo de la UTN junto a sus compañeros. En el año 2006 se sumó al plantel de Temperley donde permaneció hasta la temporada 2008.
En ese año, llegó a Ben-Hur, «En general tengo buenos recuerdos de todos, pero en Ben-Hur quizás fue bastante especial porque me invitó a jugar Carlos Guerrero. Era mi amigo de la facultad y debutaba ese año como entrenador. Armó un grupo de varios amigos y nos fue muy bien en el torneo», comentó.
Ben-Hur fue especial para Lucas no solamente por lo deportivo. En el club de barrio Abasto, hizo más que jugar al básquet. «Compartíamos mucho con el equipo fuera de la cancha también y con el plantel de primera femenina. Allí conocí a mí mujer y formamos una familia hermosa», explicó. La jugadora es, Virginia Bonassi quien supo vestir los colores de Provincial, Ben-Hur, Rosario Central e integró la Selección de Rosario.
En la temporada 2010, arribó a Unión de Arroyo Seco y permaneció hasta la temporada 2011. Al año siguiente llegó a Fortín Barracas donde permanece hasta la actualidad. «Es parte de mi vida después de tantos años. Siempre estoy muy agradecido a Edgardo Acosta por abrirme las puertas del club», señaló.
«Hay buena gente ahí y hoy es un poco mi vía de escape de la vorágine del trabajo. También es mí nexo con este deporte tan lindo en el cual tengo muchos amigos. Además, me hace sentir un poco menos viejo de lo que estoy que no es poca cosa», declaró entre risas.
El club de zona norte, es otra de las instituciones que luchan por crecer cada día y lograr un lugar de privilegio en el deporte. Fortín Barracas, actualmente está en la tercera categoría de nuestro básquet y cada año se suma a la difícil pelea de conseguir el ascenso.
«Tenia muchas expectativas el año pasado, habíamos armado un lindo equipo. El torneo tenia buenos equipos armados, había un par de candidatos pero en general parecía que iba a ser bastante peleado. Para mí cada torneo que empieza sé que puede ser el último así que no hayamos podido jugar me generó mucha decepción», confesó.
«Sin dudas lo que más extraño es la competencia, entrar a la cancha con tus compañeros con el objetivo de ganar».
Y cerró: «Años atrás, valoraba recuerdos de algunos partidos o algunas jugadas en particular. Hoy estoy seguro de que los mejores recuerdos son los viajes para jugar y la cantidad de amigos que fui conociendo. Tengo muchos amigos y a mí familia gracias al básquet».
Trayectoria
- Club Maciel (1985/1991)
- Alba Argentina de Maciel (1998/2005)
- Temperley (2006/2008)
- Ben Hur (2008/2010)
- Unión de Arroyo Seco (2010/2011)
- Fortín Barracas (2012/Actualidad)