En la familia Cacciavillani, se respira deporte indudablemente y eso fue traspasado como una máxima a Lisandro y Bruno. Nacidos el 31 de diciembre de 1991 y el 10 de febrero de 1995, respectivamente, ambos eligieron la pasión naranja para acompañar su vida.
«Mis viejos siempre me inculcaron el deporte. Probé poco con fútbol y natación, pero no me enganché. Con el básquet probé y me encantó», adelantó en la charla Lisandro, el mayor de los hermanos. Y por otra parte, Bruno, remarcó: «Yo empecé por mi hermano».
Náutico Sportivo Avellaneda, los crio como jugadores y personas. En el club de la costa, estuvieron muchos años. Lisandro, comenzó en premini en 1997 y Bruno lo siguió en 2001, cuando tenía apenas seis años. «Es el club de nuestra vida. Jugamos 17 (NdR: Lisandro) y 18 (NdR: Bruno) años seguidos. Seguimos siendo socios al igual que toda la familia. Nuestros abuelos eran vitalicios del club», destacaron a la par.
También coincidieron en quien fue el entrenador que más los marcó deportivamente. El mayor, dijo: «Mauro Pérez, el técnico prácticamente de todas las inferiores. Fue del que más aprendí«. Por su lado, Bruno, agregó: «Él me enseño a jugar y me inculcó muchos valores que me sirvieron fuera de la cancha».
Curiosamente, ambos debutaron a los 16 años en la institución de la ribera. Lisandro, lo hizo frente a Gimnasia y Esgrima de Rosario en 2008. «Guillermo Pío All era nuestro entrenador. Recuerdo que perdimos por mucho y que la primera pelota que agarré, tiré un triple, un caradura total (risas)», rememoró. Mientras que, Bruno, debutó a la misma edad en 2011 contra Los Rosarinos Estudiantil.
Por su parte, el mayor, un año antes consiguió el ascenso a la máxima división local de la mano de Raúl Primo. «Es fue la primera gran alegría que me dio el básquet. Ascender con el club en el que había jugado toda la vida, con muchísima gente en la tribuna y muchos amigos en el equipo. Además, fue una linda serie final contra Provincial», anheló Lisandro.
«Raúl es la persona que más sabe de básquet que yo conozca. También me marcó mucho».
Aunque esta no fue la única alegría dentro de Náutico para la familia. En 2015, se consagraron campeones de la segunda división dirigidos por Gustavo Móndolo. En un partido emocionante, vencieron a Rosario Central en el Cruce Alberdi por 89 a 62. Lisandro, anotó cinco puntos y Bruno convirtió de simple para ascender a la máxima categoría.
«Una de las mayores alegrías de mi vida, fue salir campeón con mi equipo de toda la vida. Rodeado de amigos y familia», rememoró Bruno, quien lograba dicha hazaña por primera vez. Por su parte, Lisandro, expresó: «La alegría más grande que me dio el básquet. Fue el mejor equipo que integré, un grupo hermoso y repleto de amigos. Afuera de la cancha nos llevábamos excelente y adentro, mejor. Encima el plus de salir campeón con mi hermano».
Un año más tarde, Lisandro abandonó la práctica del deporte por un tiempo y retomó en la institución ‘Rojiblanca’. Él mismo, explicó: «Dejé de jugar seis meses por una serie de cuestiones y cuando pude acomodarme, hablé con Andrés Bosch que estaba en las inferiores de Federal. Él me hizo el contacto con Ariel Bellia y por suerte me pude sumar». El primer semestre de 2018, volvió a dejar de jugar y regresó en el segundo semestre de la mano de Federico Sauro.
«Siempre uno se acuerda de los momentos que lo hicieron feliz. En Náutico tengo muchos», remarcó Bruno.
En aquel entonces, Bruno continuaba sumando experiencia en Náutico y un ascenso a la máxima categoría. Fue en 2018, cuando fue el subcampeón del torneo de Primera A que ganó Unión y Progreso. En el club de la costa, estuvo hasta 2019, donde tomó el mismo camino que su hermano y se fue a Sportivo Federal. «No tenía mucho lugar y quería buscar otro club para poder jugar más. Como mi hermano estaba ahí, me llamaron y me gustó la propuesta», aclaró.
El 2019, volvió a juntar a los hermanos. El ‘Galponero’, fue el destino de ambos para continuar con la naranja. «Me siento muy identificado con el club, la gente y el grupo», destacó Lisandro. Y contra muchos pronósticos, lograron un gran sueño para el club, el ascenso a la Primera A. Hoy día, esperan el regreso para disputar el torneo.
«Fue algo inesperado, en un año con muchas piedras en el camino, por suerte pudimos lograr el ascenso», dijo Bruno. «También lo viví con mucha alegría, sufriendo mucho el cuadrangular porque dependíamos de otro resultado. Pero muy contento por cumplir el objetivo con un grupo humano muy lindo», agregó el mayor.
Además, ambos revelaron sus objetivos deportivos. «Quiero jugar hasta que me den las piernas», indicó el menor. Por su lado, Lisandro contó: «Es difícil pensar en objetivos. Cuando todo vuelva a la normalidad, me gustaría pelear arriba en la categoría con Federal».
«Jugar con mi hermano, es una sensación rara. A veces nos queremos matar. Pero jugamos varios años y nos entendemos dentro de la cancha», cerró el menor de la familia a la cual el deporte y los logros en el ascenso, marcaron el camino.
Trayectoria de Lisandro
- Náutico Sportivo Avellaneda (1997/2016)
- Sportivo Federal (2017) y (2018/Actualidad)
Trayectoria de Bruno
- Náutico Sportivo Avellaneda (2001/2019)
- Sportivo Federal (2019/Actualidad)