Lisandro Ismael Pruss nació el 26 de septiembre de 1986, en Rosario. A los siete años de edad, en 1993, comenzó a practicar el deporte en Unión Sionista Argentina Rosario (USAR). «Mis padres me llevaron a USAR a probar todos los deportes que hacía mi primo Ezequiel Cozodoy (NdR: futsal, básquet, tenis de mesa y natación), con el fin de que no esté tanto tiempo ‘yirando’ con los amigos del barrio en la calle», adelantó ‘Lechu’.
«Hoy en día, siendo parte de la Comisión Directiva del club, fue un gran aprendizaje entender que los clubes de barrio sirven de contención y segunda casa para los chicos».
Respecto a su prueba deportiva, agregó: «Hasta los 14 años me dividí entre jugar al básquet y atajar en futsal. Ahí tuve los primeros referentes que me marcaron e hicieron que me incline por la naranja. Martín Finkelstein, quien era más exigente aplicando disciplina y Gabriel Makler, el jugador que iba a ver en los partidos de primera y quien se dedicó particularmente a ayudarme a mejorar; me dio la cuota de confianza que necesitaba para empezar a tomar determinaciones dentro de la cancha».
La temporada 2002/03 fue una de las más recordadas por Lisandro. En la misma, comenzó a entrenar con el plantel de primera y llevar las estadísticas de los partidos, tras la invitación de Gustavo Sandrini, su DT. Aunque para Pruss, esto significó un esfuerzo doble.
«Viviendo en Alberdi, iba a la escuela técnica en el centro doble turno y después directo al club, en colectivo. Hacía la tarea ahí y entrenaba desde las 19 hasta las 23. Con la fortuna que Gustavo vivía en Arroyito y me alcanzaba hasta mi casa», recordó.
«En mi caso en particular, estaba más tiempo en el club haciendo deportes que en mi casa».
Sin embargo, aquellos años fueron memorables. «Empecé a compartir plantel con los jugadores que iba a ver de chico, entre ellos el gran Benjamín Gerschovsky. Pero hubo dos jugadores en particular, Eduardo Sánchez y Flavio Firenstein, hoy amigos, de los cuales aprendí el esfuerzo, la dedicación y ganas que había que ponerle para que las cosas lleguen», confesó el perimetral de 35 años.

Y agregó: «Fueron años y años de 1 vs. 1 contra ellos. Tuve la fortuna de compartir 15 años de plantel juntos y ambos siendo un sustento fundamental de pibe. Me integraron rápidamente como parte del plantel. Pero como todo camino largo de esfuerzo, es más gratificante la recompensa. A mediados del 2003, me llegó el debut en primera contra Paganini Alumni de visitante y a fin de año, jugar el Cuadrangular Final de juveniles ‘Bi».
Sin embargo, tras aquel gran momento del jugador y el club, empezaron los bajones institucionales. Primeramente, las salidas de Sandrini, luego de estar 17 años en la conducción técnica y Luis Di Marco, histórico planillero de USAR y «excelente persona». A partir de allí, empezaron transitar varios entrenadores, como Juan Manuel Gattone, Gabriel Tomasetti y Hugo ‘Coco’ Juan.
Luego, tras no completar los planteles de las divisiones formativas, el club fue desafiliado en 2006 y 2007. Ya para el 2008, la dirigencia, directamente, decidió no inscribir al básquet, al igual que en 2009. Para aquel entonces, ‘Lechu’ y Manuel Giménez, utilero de USAR, comenzaron las tratativas para el retorno de la actividad en la institución.
«El 2010, se armó el Torneo de Reserva, en el cual, en ese momento, se podía competir sin las formativas. Fue una posibilidad muy buena que se presentó, ya que nos iba a servir de espejo para que los chicos del club se vuelvan a enganchar con el deporte. Para ese año, presenté el proyecto para que vuelva básquet, el cual constaba de un grupo de chicos en mini y el plantel de primera jugando en la Reserva, haciendo de espejo», comentó sobre la vuelta del deporte al club.
A lo que sumó: «Lo complejo de este, era lograr el compromiso y motivación de jugadores de la primera para que se mantengan en el club por cinco o seis años, relegando sus años en la máxima categoría para jugar en Reserva, con el fin de darle tiempo al crecimiento de los chicos de inferiores para volver a completar las categorías formativas».
A Pruss, en aquel entonces, le tocó arrancar como delegado, jugador y entrenador. Fue hasta a mediados de año, cuando el club contrató como Director de Deportes Institucional y DT de la Reserva a Juan Rapp, socio ideal de Lisandro para llevar a cabo el proyecto y quien hoy es el gran hacedor de lo que es el deporte en el club.

«Rapp es una persona con una tremenda vocación para enseñar, muy sensato y sereno en sus opiniones. A pesar de que creo que todos los profesores y DT, a lo largo de la carrera te dejan algo bueno o malo, dependiendo de la capacidad receptiva de cada uno para formarse como jugador, Juan fue el DT que más me marcó y de quien más aprendí. Me cambió la forma de ver y jugar. Eso se debe en gran parte, no sólo a su conocimiento y experiencia, sino a la capacidad y forma que tiene para transmitir todo eso», confesó.
Del abismo a lo más alto. En 2011, USAR jugó la final del Torneo de Reserva frente a Sportsmen Unidos. A pesar de haber sido derrotado por un equipo que ponía los suplentes del plantel superior, la alegría de volver a competir y llegar a instancias finales fueron un empujón anímico fundamental para el desarrollo del básquet en la institución de calle Salta.

De todos modos, los cambios en el club continuaban. En 2012, Rapp se fue a dirigir Náutico y se contrató a Pablo Albanese, quien a pesar de no tener presiones deportivas, renunció después de dirigir un partido. Allí llegó el turno para Pruss, que le tocó tener la experiencia de dirigir a la primera cuatro partidos hasta la llegada de Omar Arcari, quien estuvo en el club hasta 2015.
Mientras tanto, ‘Lechu’ tuvo que ser operado de su rodilla tras estar varios meses con edemas óseos. «Tomé la decisión de operarme, mal asesorado por el médico de turno. Ya que después de la misma, seguía con las mismas molestias. Hasta que me recomendaron al Dr. Guillermo Maurino, que con su atención y junto a la dedicación que le puso a mi recuperación el PF Sebastián Pérez, siempre les voy a estar agradecido».
En 2015, tras estar en «un equipo sin aspiraciones», dio por finalizada una primera etapa en USAR y trasladó su juego a Sportivo Federal, empujado principalmente por Lucas Ovelar, dirigente del ‘Galponero’. «Fue algo impensado en mi cabeza, pero me fui con la promesa de volver cuando los chicos completen la tira de inferiores para poder presentar primera», manifestó sobre su partida.

Tras estar un año en el ‘Rojiblanco’ y caer en semifinales frente a Club Maciel, cumplió con su palabra y volvió a su «segunda casa». Allí, lo esperaba un viejo conocido, Rapp. «Se nos dio la oportunidad de armar el equipo de primera con un mix del viejo plantel y chicos de 17 años y no lo dudé», contó.
Para 2018, Lisandro intentó subir un escalón más y se presentó a los entrenamientos preselectivos para conformar el plantel nacional macabeo, que iba a competir en los Panamericanos de México en 2019. «Ahí conocí a otro DT que me marcó mucho, Hernán Tovorovsky, una persona con mucha hambre de gloria y un gran ímpetu, quien pondera el juego colectivo por sobre el individual», reveló.
Y agregó: «La posibilidad de conformar ese equipo fue una gran motivación para no aflojar al entrenamiento. Un plantel increíble con jugadores que pasaron por Liga Nacional y TNA, una química de equipo ideal y un staff de asistentes y médicos zarpados. Lo que decantó en la experiencia deportiva más hermosa de mi vida».
Aquel evento convocó más de 3.500 atletas de más de 20 países y tuvo su inauguración en el Arena de México, con 10.000 personas en la tribuna. Como si fuera poco, Pruss y compañía lograron el subcampeonato luego de perder la final contra Estados Unidos.

Para USAR, los últimos años fueron de cambios constantes. «Cumplimos la primera etapa del
proyecto, que era la conformación de todas las categorías inferiores. Por lo que reformulamos los pasos a seguir. Ya debutaron más de 15 chicos en el plantel superior y tuvimos la oportunidad que se dé la vuelta de Sandrini. Personalmente, una sensación hermosa volver a compartir con él un plantel y esas infinitas charlas de básquet, con el mate de por medio», comentó.
- ¿Cómo te describirías como jugador?
Siempre me consideré al servicio del equipo, para lo que sea necesario. Eso me dio la posibilidad de encontrar mi función en todos los planteles que conformé. También de sustento, ya que todo el trayecto forjó un aspecto de liderazgo y de ejemplo para los más chicos al momento de entrenar. Me tocó pasar por todos los puestos dentro de la cancha, desde ser el rapidito y correr las contras; hacer las veces de tirador y hoy ya venido en años, poniendo intensidad en defensa e intentando asistir al compañero mejor ubicado.
- ¿Qué otros roles tenés en el club?
Fuera de la cancha, sin quererlo, también terminé haciendo carrera. Además de dirigir, pasé de colaborador a crear la Subcomisión de Básquet, acompañado por amigos y compañeros del plantel. Ellos son y fueron mi pilar para seguir empujando hacía adelante, Federico Bicetti, Federico Beiserman y Gadi Fuks.
Además, en los últimos años tuve la oportunidad de ser Secretario de Deportes y conformar parte de la Subcomisión Estadio, encabezada por Vered Dolber. La presidenta que se dedicó a fomentar la actividad social desde los espacios deportivos y culturales. Los cuales empujamos incesantemente por la creación de este espacio que hoy disfrutamos, el Polideportivo Shimon Peres.
- ¿Qué sueños te quedan por cumplir en el deporte?
Claramente, sin motivaciones no tendría razones para seguir jugando. Creo que las mismas se me dividen entre una más panorámica que viene desde el momento que empujé el proyecto de la vuelta del básquet al club. Es transmitir a los más jóvenes el sentido de pertenencia, el compromiso con un proyecto y acompañarlos y guiarlos en sus primeros pasos en el plantel superior. Es un aspecto que disfruto mucho. Me parece la mejor manera de darle trascendencia a todo el trabajo que se viene haciendo durante años.
Y, por otro lado, no puedo negar que sigo teniendo hambre de gloria. Se me retroalimentan las ganas de seguir entrenando porque tengo pendiente un logro deportivo con USAR. Por último, el mes próximo empezamos a entrenar en Buenos Aires nuevamente con el plantel Macabeo, para viajar a Israel a las Macabeadas mundiales del 2022.

Trayectoria
- USAR (1993/2014) y (2016/Actualidad)
- Sportivo Federal (2015)