Atalaya es uno de los clubes de la Superliga que cambió la dirección técnica a principios del 2021. Andrés Farruggia se hizo cargo del primer equipo y con él, Lara Rodríguez se sumó al proyecto como la nueva preparadora física del plantel. La profe, dialogó con Línea de Tres sobre el nuevo desafío.
Lara se sumó a la institución en febrero, donde comenzó a trabajar con las categorías menores de la rama masculinas; también se hizo cargo de las formativas y del plantel femenino de primera. Su andar en el plantel mayor masculino, inició en marzo.
Primeramente, comentó con qué club se encontró: «Me topé con un establecimiento afectado por la pandemia, como todos. Formado con personas con muchas ganas de devolverle a sus socios la oportunidad de retomar sus actividades».
La profe, destacó el panorama físico que se encontró: «Vi muchos chicos y chicas con buenos hábitos de entrenamiento en su mayoría. Venían del verano, del receso y de un año anterior de cuarentena, pero me sorprendieron las ganas que tienen todos y todas».
Con la previa del inicio de la Superliga, el 23 de marzo, Lara destacó los trabajos realizados en pretemporada: «Lo primero fue conocer a los chicos y las chicas. Si bien trabajo con equipos, creo que la clave está en la individualización del entrenamiento. Con las categorías más chicas hice hincapié en que aprendan a entrenar, conocer sus tiempos y sus limitaciones. Con los y las más grandes hice hincapié en enseñarles la parte de pesas y hacer una buena adaptación».
Sobre la importancia del diálogo con los entrenadores, señaló: «Con Martin ‘El Mono’ Audano, encargado de las inferiores masculinas, tenemos un diálogo muy fluido. Cuando sus prácticas van a ser de gran volumen e intensidad, yo adapto mis entrenamientos y viceversa. Al igual que con Marcelo ‘Pichi’ Sandoval, con él tengo completa libertad para poder llevar adelante mi trabajo. Con Andrés el trato es más formal, generalmente le comento lo que voy a hacer con los chicos y si le parece que hay que hacer alguna modificación, lo hago».
«Hoy, a mediados de junio, el plantel vuelve después de un mes de entrenar individualmente. Creo que están muy bien, soy positiva, siempre se puede estar peor. ¿Cómo mejorar? Hoy voy a hacer una pausa a la planificación anual que hice, porque creo que, si bien no es un volver a empezar, hay que rever todo», expresó acerca del estado físico.
Con el nuevo freno, compartió: «No queda otra que adaptarse, porque la competencia está suspendida. No me gusta, porque lo más lindo que tiene el deporte es justamente la competencia, pero contemplado la situación que se está viviendo, hay que adaptarse sin más».
Además, agregó: «Organicé los entrenamientos por semanas, aproveché e hice una pequeña pretemporada. Armé trabajos intermitentes y ejercicios enfocados en la parte pasada, para que todos y todas pudieran hacer en cualquier lado. Para los que tenían pesas y elementos, les armé otro cronograma para sumar más estímulos».
«Apunto a que los chicos estén motivados para seguir, sin saber cuándo se reanuda la competencia; para que la parte física no falte cuando se vuelva. Sé muy bien que a pocos les gusta la parte física (risas). Le doy mucha importancia a las pesas, eso es algo que me puse como objetivo cuando agarré la preparación física del club. Así que voy a seguir dándole importancia a eso y, respecto a la parte de «correr», los trabajos de acá en más van a ser más parecidos al juego», concluyó.