Juan Manuel Bertoqui, nació en Maciel el 21 de mayo de 1985. Desde corta edad, encontró la pasión en el deporte. Practicó fútbol y básquet en su niñez, pero se decantó por el último a los 11 años. «Empecé a los cuatro años, siempre me gustó. Después dejé y a los 11 años acompañé a mi mejor amigo un partido y lo terminé de decidir, quería jugar», contó.
Criado netamente en la cantera de Alba Argentina, este se transformó en su segunda casa. Sobre la institución, dijo: «Pasé los mejores momentos en el club que me crio. Siempre voy a estar agradecido a mi club. Mi bisabuelo fue socio fundador y toda mi familia es de Alba».
Para la temporada 2000/2001, ya era parte del equipo de NBA (NdR: Nuevo Básquet Amateurs). Con tan sólo 15 años, alternaba partidos con el plantel superior. «Había grandes equipos, como Regatas de Coronda, CECI, Santa Paula, Totoras Juniors, Unión y Club Maciel entre otros», rememoró.
En referencia a aquel año, recordó: «Tengo una anécdota que me marcó para siempre. El plantel se conformaba por 17 o 18 jugadores, yo era el más chico. El último partido jugábamos con Regatas de Coronda. Y el DT, Enrique González, me hizo cambiar entre como jugador número doce».
Y agregó: «Él dijo delante de todos, que era el único jugador de primera división (NdR: en ese momento era U15) que no había faltado a un entrenamiento. Por eso me daba la posibilidad. Hoy siempre se lo recuerdo a mis jugadores».
Precisamente de la mano de González, lograron el ascenso en 2006 en ADEO de Cañada de Gómez. Fue 75 a 56 en la final para llegar a primera. «Son momentos inolvidables. Enfrentamos a una gran institución, y jugamos muy bien al básquet, éramos un grupo de amigos. Todos del club», expresó.
Tres años más tarde y nuevamente de la mano de González, consiguió otro ascenso. Sobre aquel ascenso, confesó: «Fue más que especial. Cumplíamos 100 años en el club y fue una locura hermosa. 300 personas, o más, todos los partidos. En cancha de Provincial de Salto Grande ascendimos. No miento, pero había 400 personas que fueron a vernos, fue inolvidable».
«Una alegría doble, porque el club nos dio todo a nosotros y devolverle con campeonatos, es lo más lindo. Ver a nuestros amigos, familiar o al vecino festejando y disfrutando. Ese esfuerzo que se hace durante el año, es impagable», continuó.
Además, logró otros dos ascensos en la Liga Cañadense y con el club de toda su vida. En 2012, de la mano de Luciano Venturino, al que afirmó como «el mejor entrenador, dedicado. Siempre fue un adelantado a la época. Lo aprecio mucho». Y en 2014, ganando de punta a punta y fueron invictos.
Luego de ser un referente para el club y lograr el tercer ascenso, comenzó a hacer sus primeras armas del otro lado de la línea. «En Alba, me formé como entrenador. Fue lindo y especial. Siempre me apoyaron en cada decisión, trabajé cómodo, estaba en mi casa», comentó.
Estuvo en las inferiores del ‘Azul’ de Maciel hasta 2019. En esos siete años al mando, dirigió en todas las categorías. Alcanzó a ser campeón en U13 en dos ocasiones y también repitió campeonato por duplicado en U19. Por otra parte, participó de varios procesos formativos de la Selección Cañadense (NdR: en 2016/17 y 2018).
«La Selección fue una experiencia hermosa. Donde tuvimos a excelentes jugadores, como Joaquín Valinotti; Lisandro Fernández y muchos más que hoy están en la élite del básquet nacional. Junto al profe Roberto Perret. Un genio, un gran entrenador y un gran tipo», detalló.
Haciendo hincapié en las divisiones inferiores, puntualizó: «Vos formás al jugador no sólo en lo deportivo, sino también en lo humano. Ser parte de ese proceso es hermoso. Ver a esa persona, que lo tuviste desde los cinco o seis años y hoy es primera, es el mejor regalo para un entrenador».
En cambio, sobre un jugador de mayores, aclaró: «Al jugador de primera, son menos los detalles por corregir. El jugador está formado y la idea es perfeccionar esos movimientos. Luego tratar de tener un buen grupo humano, que es lo más importante para tener un gran equipo».
En 2019, cruzó de vereda y pasó a entrenar al ‘Rojiblanco’ de la ciudad. «En Club Maciel, por el corto tiempo que llevo, estoy más que agradecido. Me tratan de maravilla, me hicieron sentir cómodo y acompañan en cada cosa que hacemos. Uno trabaja tranquilo y sabemos por lo que vamos, En cuanto a objetivos, las cosas salen bien. Creo que vamos por el buen camino».
«Mi mayor virtud es la palabra. Jamás le mentí, ni le mentiría a un jugador. Estoy convencido de que trabajamos por un objetivo y vamos tras él. Soy apasionado y muy claro para comunicar».
Por otra parte, enumeró los objetivos del club: «Tratar de albergar la mayor cantidad de jugadores en las inferiores de Club Maciel y trabajar para seguir formando. En primera el objetivo es ascender, tenemos las herramientas para hacerlo. Un grupo de muy buenos jugadores, no va a ser fácil. Vamos a dar nuestro mayor esfuerzo para lograrlo».
Durante muchos años de carrera, compartió equipos con grandes jugadores y personas. El mismo ‘Zorro’, eligió su quinteto ideal: «Luciano Venturino, Yael Meyer, Francisco Frattini (capitán), Nicolás Echagibel y Juan Manuel Carazay. Además, el DT sería Enrique González y al ‘Pachi’ Frattini, que fue mi mejor compañero».
Bertoqui, cerró diciendo: «No me queda nada pendiente, dejé todo lo que tenía en cada partido y campeonato. La misma noche que jugué mi último partido, empecé a pensar e hice un repasó. Lloré un rato, y me dije a mi mismo: ‘Zorro, dejaste todo y te llevás millón de amigos’. Mi cosecha está hecha».
Trayectoria como jugador
- Alba de Maciel (2000/2014)
Trayectoria como entrenador
- Alba de Maciel (2012/2019)
- Club Maciel (2019/Actualidad)