El pivot rosarino, Jonathan Sacco, es una de las nuevas caras de Nacional de Montevideo para las próximas dos temporadas en Uruguay. El «Bolso», contará oficialmente con los servicios del jugador rosarino de 25 años y 1,98 metros. Surgido en Libertad, Sacco disputó 19 encuentros en el último Torneo Federal con la casaca de La Unión de Colón, de Entre Ríos.
Su madre es uruguaya, por lo que será un «nacional» más. Esto, presupone un alivio para la dirigencia ya que el límite de extranjeros permitidos por la Liga Metropolitana es de tres internacionales.
En la última temporada, Jonathan promedió 31.7 minutos, 16.6 puntos, 10.2 rebotes y 1.5 asistencias, siendo un gran baluarte en el conjunto entrerriano. En el contrato, también se vislumbra una cláusula de rescisión para ambas partes al término de la primera temporada. El pivot, se sumará a los entrenamientos el lunes 12 de octubre, luego de cumplir su cuarentena.
El rosarino deja atrás una extensa carrera entre seleccionados locales y provinciales, además de disputar el Torneo Federal con Sportsmen Unidos, Central Entrerriano, Central San Javier, Sportivo Escobar, Unión de Goya, La Unión de Colón, entre otros. Ahora, Sacco cruza el charco para medirse con los grandes clubes charrúas durante los próximos dos años.
De esta manera, Sacco es el tercer jugador argentino confirmado para la Liga Metropolitana uruguaya 2021. Matías Sandes, que fichó por Hebraica y Macabi y Damián Tintorelli que arregló con Trouville, son los otros argentinos que cruzaron el charco.
-El último tiempo fuiste rotundo en redes por la necesidad de volver a la actividad, de la cual muchos dependen económicamente. Ahora no sólo te preparas para volver a trabajar, sino que lo haces en la máxima categoría de Uruguay y en un club como Nacional. ¿Cómo se da la propuesta? ¿En algún momento dudaste en aceptar?
-Me expresé mucho por las redes y creo que a la larga terminé diciendo lo que muchos colegas piensan y comparten. Tengo amigos que con ese sueldo mantienen familias, por ahí hablo y están desesperados. No queda otra que rebuscárnosla y esperar. Me pone contento volver a la cancha y también en cuanto al trabajo.
La propuesta se dio a inicio de la temporada anterior, luego de un amistoso vs Nacional en Paysandú. Se comunicaron conmigo al otro día, pero yo ya tenía un compromiso con La Unión y quedamos en hablar para la próxima temporada. Esperé ansioso y por suerte se dio. Jamás dudaría aceptar vestir una camiseta como la de Nacional, es un sueño que tengo desde chico. Espero poder disfrutar estos años y dar lo mejor de mí para el club.
-¿Cómo te venís preparando? ¿Tenés fecha confirmada para el primer entrenamiento?
-La verdad vengo corriendo un poco y haciendo algo de pesas, pero cero básquet, ya que todavía no está habilitado. Pero una vez que logre volver a entrenar, voy a prepararme de la mejor manera para el inicio de la liga y poder brindarle lo mejor al equipo. No tengo fecha aún, ni bien me habiliten para irme me voy y luego de siete días me realizan otro hisopado. Si todo sale bien estaré arrancando a entrenar pronto.
-El «Bolso» tiene peso sentimental en vos y tu familia, ¿te resultó difícil asimilar el desafío en la élite vecina o te ganó de mano el hincha interior?
-La verdad que me ganó el hincha desde el principio. Mi mamá y mis familiares de allá son hinchas fanáticos de Nacional, así que tengo una parte en la sangre. Realmente es algo que siempre hablábamos en broma con mis primos y tíos, desde que soy chico. Hoy no podemos creer que se esté haciendo realidad.