Nacido en una familia que respira básquet, Joaquín, ya conocía su destino. Provincial, fue su primer acercamiento con el deporte e ingresó allí en 1996. En inferiores, fue campeón en infantiles en la temporada 2002/03 de manera invicta.
El mayor de los Bloch, también fue un habitué de las selecciones locales y provinciales, su primer torneo fue como pre infantil en Villa María con la selección santafesina. Los laureles del 2003, parecían nunca acabar, en Las Parejas fueron campeones provinciales, «seis de 12 jugadores eran de ‘Provin’ y todos formados por Enrique Lancellotti«.
Cerró el 2003 coronando en Trelew con la camiseta provincia. Un año más tarde cumplió su sueño y de la mano de Lancellotti, debutó en la primera de Provincial. Mientras seguía acumulando títulos en inferiores. En 2005, se llevó la Liga Rosarina invicto en cadetes y fue campeón provincial, justamente con el club de sus amores. También alcanzó el Hexagonal Final Nacional, que se disputó en Gualeguaychú.
Fue el entrenador que lo formó, quien lo llevó a Rosario Central para disputar el Campeonato Argentino de Clubes con el ‘Canalla’, en la temporada 2006/07. Posteriormente, en 2007, otra vez se consagró campeón de la provincia y se llevó el MVP del torneo. A fin de año, fue galardonado con el premio al Mejor Jugador de Rosario, otorgado por el Foro Deportivo. En dicha temporada, regresó a su casa, Provincial.
Al año siguiente, tuvo un paso sin pena ni gloria por Atalaya, donde casi de memoria recita a sus compañeros: «Garnero, Abaca, Madrid, Chiana, Poratti, Tolosa, Pezatti, Bosco y Gómez, entre otros». Una temporada en el ‘Azul’ y regresó a Provincial para cumplir su tercer ciclo. Con el ‘Rojo’, logró el ascenso a la máxima categoría de la Rosarina en 2012.
«2013 y 2014 fueron años difíciles, sostuvimos la categoría a base de mucho esfuerzo y amor propio, incluso evitando en 2014 la pérdida de la categoría tras dos interminables finales versus Fisherton y Calzada«, reveló Joaquín.
En 2015, se armó un gran plantel refuerzos como Federico Pérez, Soler y Rodrigo Sánchez, más la continuidad de la base de años anteriores. Completaban el gran plantel Cesar Sardo y el entrenador, Marcelo Roig. Sin embargo, cayeron en playoffs contra Puerto San Martín. «Nos quedó la sensación de que estábamos para más», confesó.
Tras tres años muy agotadores, decidió alejarse. «En 2016, disfruté de otras actividades, del tiempo libre: nadé y jugué al fútbol. Pero extrañé horrores el básquet. Casi no podía ver los partidos porque eran sensaciones encontradas, sufría mucho desde afuera», relató.
El 2017 lo sorprendió con algo hermoso y pudo cumplir su segundo sueño: ser parte del básquet de Newell´s Old Boys, su pasión en el mundo del fútbol. Estuvo en ‘La Lepra’, durante el primer semestre de ese año.
Pero la pasión volvió a llamar y contó: «A mitad de año, Barturen volvió a ‘Provin’ y la situación era nuevamente muy difícil. Poco presupuesto, la base de siempre, pero con pocas posibilidades de reforzarnos. Me pidió que vuelva. Me tocó la fibra íntima. Yo no quería volver a comprometerme porque había vivido momentos muy difíciles, stress, lesiones y pintaba otro semestre así».
A lo que agregó: «Cuando volví a pisar el club me tembló todo. Nunca olvidaré la sensación de volver a casa tras año y medio. Además dirigía un gran amigo como Lucas Vanzini. No hubo duda. Por suerte la rompió el ‘Buda’ Rodríguez y tuvimos una gran temporada. Jugamos dos cuadrangulares para volver a la Superliga. Se nos escapó el segundo, tuve el triple para llevar la final con Náutico a suplementario y no entró. La vida da revancha y ahí estaremos”.
Uno de los máximos referentes del plantel, que tratará de relanzar al club al lugar que le pertenece. El tercer máximo ganador en la historia de la Asociación, detrás de Central y Newell´s. La pandemia lo frenó, pero a base de esfuerzo buscarán la forma de poder ascender.
Trayectoria:
- Provincial (1996/2006); (2007/2008); (2008/2017) y (2017/actualidad).
- Rosario Central (2006/2007).
- Atalaya (2008).
- Newell´s Old Boys (2017).