Germán Andersen, nació en San Nicolás en 1975 y fue un apasionado por el básquet desde temprana edad. De la mano de su profesor de educación física, ‘Fatu’ Marcantonio, llegó a Belgrano de aquella ciudad con nueve años.
«Empecé más por una cuestión de salud, necesitaba hacer un deporte dentro de un gimnasio», contó.
Realizó todas las inferiores en el ‘Rojo’, integrando algunos seleccionados de la región y ganando todos los torneos en su paso por las formativas. Aunque su historia en el club de sus amores, no termina ahí. Desde los 14 años, momento en el que debutó, fue parte de los planteles locales y que jugaron el TNA en la década del 90′. Consiguió cinco títulos en la ciudad.
«Disfruté todos mis años deportivos. Fueron todos buenos. Siempre me gusto sacrificarme, jugar y entrenar. Di todo de mí. Si llegue hasta donde llegue, tuve la suerte de estar en un equipo de TNA. Sé que con esfuerzo y entrenamiento, pude suplir algunas falencias que tuve. No sé si hubiera llegado a más, pero hice todo lo que pude», confesó.
«La vida me puso en la encrucijada de seguir jugando o estudiar. Elegí seguir estudiando y por eso vine a Rosario», explicó Andersen. De esta manera y acompañado por Gastón Morange, tuvo la oportunidad de que Atalaya sea su primer equipo en la ciudad.
En el ‘Azul’ de la Sexta, jugó desde 1994, a la par que desarrollaba sus estudios de abogacía. En 1997, se dio el lujo de integrar el primer equipo campeón de club bajo la conducción técnica de Guillermo Pío All. «Me han tratado siempre de maravilla. Hace 23 años que seguimos siendo amigos», relató.
En ese año, Atalaya venció a Provincial al mejor de tres y se coronó por primera vez en su historia. En el plantel, Germán, estaba rodeado de figuras cómo Mauricio Piva, Sebastián Garnero, Leandro Tano o el mismo Morange, entre otros.
«Cuando salimos campeones, fue un gran acontecimiento. Atalaya no tenia ninguna estrella y la primera fue muy movilizante para el club. Es lindo ver que la gente lo sigue recordando como si fuera hace poco tiempo«, señaló Andersen.
Posterior a ese campeonato, iba a legar a la institución que lo cobijó y lo sigue haciendo. Calzada, fue su siguiente destino. Bien laureado, en el club de zona sur, lo recibieron con los brazos abiertos. Ese mismo año, fue campeón de la segunda división y ascendió a la máxima categoría.
Se mantuvo hasta 2004 con el ‘Rojinegro’ en la ‘A’ realizando dignas actuaciones y en ese mismo año, se fue a jugar a Atlético San Jorge. Allí, jugó el torneo del Oeste Santafesino y empezó a pensar en sus últimos momentos cómo jugador. Durante 2005, se dedicó a entrenar y regresó en 2006 a Calzada, para retirarse en el club.
«Era muy joven, pero me tentó la posibilidad de dirigir la mayor en Calzada. A eso, le sumo que ya venía de una lesión importante en el tobillo y sentí que estaba para dar ese salto», reveló.
Con la experiencia de ser monitor y entrenador de categorías formativas, durante sus años como jugador, Germán aceptó sin dudar la propuesta del club de Avenida San Martín y los comandó tácticamente un par de temporadas.
«En todos lados donde estuve, he podido hace lo que me gustaba. Siempre me han tratado muy bien y respetado los procesos. Tengo un gran recuerdo y grandes amigos, siempre me he ido por algo mejor. Nunca sufrí que me echen de un club», explicó.
En 2006, dirigió en Regatas, cadetes, juveniles y primera hasta 2008. Siempre con la fija idea de ayudar a crecer a los jugadores en todos los aspectos. Luego de ese paso por la ribera rosarina, fue DT de juveniles en Sportsmen Unidos. En el ‘Verde’, logró coronarse en la provincia con la categoría cadetes con un gran plantel.
«Yo creo que uno triunfa con los procesos, me ha tocado jugar muchas finales y perderlas. Tomo el perder y ganar con la misma tranquilidad», remarcó.
A lo que agregó: «Siempre es un premio el ganar, pero a veces la evolución de los jugadores es más importante. Me interesa que el jugador crezca. Yo quiero tratar de pasar lo más desapercibido posible y demostrarle al jugador que lo que uno le pide, es el camino correcto«.
De 2010 a 2013, entrenó a Ben-Hur y en el barrio Abasto, le tocó el duro trago de descender de la ‘B’ a la ‘C’. Tras dirigir un año en la tercera división del básquet local, regresó a Calzada. Ininterrumpidamente, desde 2013, es el DT de la primera.
En 2019, logró el ascenso a la Primera A, tras vencer 91 a 80 a Universitario en la definición. 2020, era el año en el que debería haber participado de dicha categoría, pero no pudo ser por la pandemia. «El objetivo inmediato es conformar el mejor equipo posible y seguir entrenando. Queremos lograr un ascenso al máximo nivel», comentó.
CALZADA CAMPEÓN (91) Quagliardi 13, Pulliese 11, Herrera 10, Cerda 5, Chavero 21, Abratte M. 0, Timpanaro 14, Abratte D. 17
UNIVERSITARIO (80) Romero 19, Moyano 7, Cavalieri 17, Caballero 10, Valdecasa 7, Vicente 0, Serniotti 13 pic.twitter.com/7LFZ2C66iH
— Calzada (@ClubCalzada) December 23, 2019
A la par de ser entrenador y abogado, es miembro fundador de la Peña Rubén Magnano junto a otros DT y amantes del deporte de la ciudad. Momentos buenos y malos, pero siempre al lado del básquet. En resumen, una larga trayectoria con la naranja, que siempre sobrepasó obstáculos a fuerza de trabajo y el carácter de un soñador.
«Sería un sueño formar una gran escuela de básquet en el club», concluyó.
Trayectoria como jugador
- Belgrano de San Nicolás (1984/1993)
- Atalaya (1994/1997)
- Calzada (1998/2003) y (2006)
- Atlético San Jorge (2004)
Trayectoria como entrenador
- Belgrano de San Nicolás (1989/1992)
- Atalaya (1995/1997)
- Calzada (1999/2005) y (2013/Actualidad)
- Regatas (2006/2007)
- Sportsmen Unidos (2009)
- Ben-Hur (2010/2012)