En Fray Luis Beltrán, desde la década de los ’90, Garibaldi es punto de encuentro para jugar al básquet. Con una cancha que data desde 1951, el ‘Chacarero’ ingresó a la Asociación Rosarina de Básquet en 1991 para disputar sus torneos.
En 1913 se ofrecía en Borghi (NdR: lo que hoy es Fray Luis Beltrán), la posibilidad de comprar unos magníficos terrenos con extraordinarias facilidades de pago. Sólo se podía divisar el Batallón de Arsenales 121, una fábrica de ladrillos, la estación y el puerto. Esa zona de loteo se llamaba Villa Garibaldi. Por iniciativa de Don Lorenzo Suárez, considerando la ubicación e historia, lo denominó Club Atlético Garibaldi.
Inicialmente los colores del ‘Chacarero’, fueron celeste con detalles en blanco. Considerando lo parecido que era a un club rival, lo decidieron cambiar. Francisco Bagnasco mantuvo la postura del celeste y blanco, pero Domingo Calori simpatizante de San Lorenzo se inclinó por el azul y rojo. Sin embargo, la que más apoyo tenía era la de rojo y blanco, con rayas verticales.
Ir a Rosario en esa época era toda una aventura y aprovechando que Don Calori tenía que ir, le encargaron las camisetas. Por lo tanto, los colores terminaron siendo azulgrana. Desde su fundación, Garibaldi mantuvo un humilde perfil.
Abrió sus puertas, ofreciendo como actividad principal el fútbol dónde se consagró campeón de la Liga Independiente de San Lorenzo en 1954. Y comenzando con fútbol y ajedrez, a mediados de la década del
’40 se incorporan las bochas.
En 1943, se realizaron los primeros bailes sobre piso de tierra y en 1951 se consiguió que la pista de baile sea de mosaicos. Teniendo una multitudinaria concurrencia. Aprovechando el nuevo piso, ese año instalaron la primera cancha de básquet.
Muchos años más tarde, un 7 de julio de 1987, inició la escuela junto a Miguel Andor, Jorge Primo y Ramón Brizuela. Rápidamente, cuatro años después, el ‘Chacarero’ participó de la Liga Rosarina de Básquetbol.
En ese siglo, se construyó una segunda cancha sobre la primera pileta que tuvo el club. En 2017, la institución alcanzó a tener el ansiado piso de madera. Lo que permitió poder seguir compitiendo y creciendo.
Hoy, el club se encuentra en la Primera B y ofrece una amplia variedad de deportes para realizar con instalaciones divididas entre la sede y el polideportivo. Además de todas las actividades, tiene aros para básquet que invitan a disfrutar de una actividad recreativa al aire libre.
En la sede, se puede encontrar dos canchas paralelas una de mosaicos y la otra de madera aptas para hacer básquet y vóley. Con baños y vestuarios independientes para cada una. Bajo un mismo techo, pero separadas de estas, se encuentran amplios parrilleros y un salón de eventos.
Además, desde el club dijeron: «Poco o mucho siempre se avanza y el básquet siempre aportó al progreso y empuje de este. Y simplemente a veces se trata sólo de gestos nobles como limpiar la cancha antes de un entrenamiento; barrer después de un partido o tomar un pincel y pintar una pared».
«El básquet para Garibaldi es sinónimo de estabilidad y concurrencia, manteniendo como disciplina una trayectoria ininterrumpida hasta el día de la fecha. Y la cancha para el hincha es más que un trozo de madera, con luces bonitas. Por lo tanto, es ver proyectado el esfuerzo de un hijo, vecino o pariente. Compartir el crecimiento deportivo de generaciones; es acompañar quizás, a un futuro jugador profesional que salió de acá», concluyeron.
Ficha técnica:
- Dirección de la cancha: Av. San Martín 402 esquina Tte. Agneta.
- Nombre del estadio: no tiene.
- Construcción/fundación: 1951.
- Dimensiones: cancha de madera de 28 m x 16 m (y paralela a esta, otra igual de mosaicos)
- Capacidad: 300 aprox.
- Otras actividades: vóley y patín