Saladillo está atravesando un proceso de reestructuración y poco a poco las transiciones se están dando en el básquet. En el banco de la primera división quedó un puesto vacante luego que Mauro Pérez emigre hacia otro puesto dentro del club. Debido a esto, la dirigencia ‘Aurinegra’ decidió ofrecer el mando del primer equipo a Gabriel Domínguez, referente de la institución.
«Estamos muy contentos con el proyecto y muy entusiasmado con el comienzo del torneo. Va a ser una linda experiencia».
El club se encuentra trabajando en la creación de un proyecto que brinde actividades extradeportivas a los más chicos de la institución. En este nuevo panorama, Mauro Pérez entabló un diálogo con la comisión directiva con el fin de aportar ideas desde lo institucional y organizativo.
«Hay un proyecto nuevo en el que Mauro será el encargado de gestionar», declaró Domínguez. El experimentado jugador surgido en la cantera del ‘Sala’, fue rápidamente el apuntado para tomar el puesto vacante y ser la voz de mando en el primer equipo.
«Vengo trabajando con las categorías U15; U17 y U19 desde hace tres años, así que de alguna manera era la persona más cercana hacia este grupo. Rápidamente se me brindó la posibilidad de dirigir. Fue una buena propuesta y la acepté con gusto», afirmó.
«El proyecto está ligado con la filosofía que ha tenido a lo largo de los años Saladillo. Siempre ha afrontado todos los torneos, independientemente de la liga en la que esté, con jugadores del club. Si bien algunas veces venían de afuera, la idea siempre era jugar con los nuestros», detalló.
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Sobre Avenida Arijon se creó una identidad basquetbolística y el nuevo entrenador la conoce bien: «Hoy estamos en un momento de desarrollo. Tratando de darle lugar a todos los chicos de inferiores para que puedan desarrollarse en edades tempranas de la mejor manera».
Y también, sumó: «Independientemente del resultado, nuestro foco está en que los chicos puedan crecer rápidamente e ir ganando experiencia. Tenemos muy en claro hacia donde vamos. Mi tarea como entrenador es trasmitir a este plantel de jóvenes la idea y tenemos que enfocarnos en mejorar día a día».
Con los torneos a semanas de comenzar, Domínguez y su equipo tienen un reducido tiempo por delante para trabajar antes del inicio de la Superliga. «El equipo viene entrenando durante toda la pandemia, la misma idea de juego que tratamos plasmar en las inferiores es el mismo que vamos a utilizar en primera», alegó.
Con la fecha de inicio de la Superliga dispuesta para el día 22 del corriente, el nuevo cuerpo técnico tendrá menos de diez días para ultimar detalles. Pero desde el club no se muestran desalentados por el tiempo que les queda de trabajo.
«Tenemos un tiempo muy corto para poder ajustar ciertas situaciones. Las que vamos a sufrir en cuanto a nuestros puntos débiles. Estas semanas las vamos a utilizar para ajustar algunas cuestiones sobre todo defensivas. Vamos a ir a la cancha con lo que tenemos. No hay nada que el tiempo no vaya mejorando», remarcó el DT.
A lo que también, recalcó: «Queremos que los chicos puedan disfrutar por sobre todas las cosas. Sentir el roce de competir contra un plantel mayor y jugadores experimentados. Estas cosas siempre requieren tiempo para el aprendizaje».
Consultado sobre el punto más fuerte que presentará su equipo, respondió: «Tenemos un plantel muy joven, con mucha energía. La idea principal es plasmar un juego muy rápido y muy intenso. Vamos a tratar de impedir que el rival pueda leer el juego».
«Nos vamos a enfrentar a jugadores de experiencia. Así que lo principal va a ser revolucionar el juego con variantes defensivas. Y por el lado del ataque vamos a tratar de ser muy veloces, con posesiones rápidas para generar tiros. Los demás equipos que tienen jugadores con experiencia, pero altos en edad. Debemos ser desgastantes», argumentó Domínguez.
«Vamos a necesitar elevar el ritmo de juego».
«Lógicamente necesitamos nuestro tiempo para entrenarnos, mejorarnos y entrar en el roce físico que demanda la categoría. Por eso nuestro punto fuerte va a ser el juego dinámico», expresó.
Al ser consultado por la decisión de cambiar de etapa deportiva Gabriel dijo: «Fue una decisión doble. Asumir el compromiso de estar con el equipo de primera me excluye de la posibilidad de jugar. Pero la verdad no me costó mucho tomarla, hace un tiempo que vengo pensando en el quizás dejar de jugar».
A lo que agregó: «Si bien mi conclusión cómo etapa de jugador no es segura, en este momento decidí afrontar el reto de ser entrenador. Lógicamente es una nueva etapa. Cuando comience el torneo el ver a los equipos compitiendo y yo estar detrás de la línea va a ser un momento importante para darme cuenta si tengo de verdad ganas de volver a estar en el campo o no».
«De momento disfruto la decisión, voy a estar con la cabeza en el equipo y el futuro dirá cómo voy a seguir».