Mamá lo es todo. Es quien nos trae al mundo y nos acompaña incondicionalmente para el resto de la vida. Por ello, este especial de agradecimiento para cada una de ellas. En esta ocasión, para Ariana Bonnor, que con su hija, María Victoria Fux, poseen una historia particular en el mundo del básquet: ambas formaron parte de la Selección Argentina, tras haber forjado un alto nivel en Rosario. Hoy el destino las encuentra separadas pero, a la vez, más unidas que nunca.
La herencia del básquet
«Siento orgullo por seguir los pasos de mi mamá. Ella y mi papá me guiaron para seguir por el básquet y me dieron la oportunidad de aprender todo lo que te da el deporte. Los valores, el trabajo en equipo, ejercitar horas extras para ser mejor y esas cosas que te sirven para toda la vida. Está bueno que mi mamá haya estado en la Selección y yo seguir con esa herencia«, confesó la joven de 19 años que juega en el NJIT de New Jersey.
Mientras que Ariana, comentó: «Yo quería que ella eligiera lo que realmente le gustara. Luego decidió seguir mis pasos, por supuesto una alegría enorme, aunque me superó ampliamente«.
La relación en el juego
«Me comentaron que mi mamá era muy buena«, manifestó María Victoria al ser consultada sobre el juego de su madre. Y agregó: «Sé que tenía un muy buen tiro de media distancia. No era de las más altas, pero se las ingeniaba para estar ahí en el máximo nivel«. Además, la promesa rosarina, reveló que mucha gente la ve jugar y le consultan si conoce a Ariana Bonnor porque son «muy parecidas físicamente«.
Con su experiencia, la ex jugadora de la Selección Argentina, analizó: «Nuestras similitudes son la enorme garra en la defensa, el jugar fuerte bajo el aro y además, ambas llevamos inserto el sacrificio y la responsabilidad de entrenar constantemente pese a cualquier adversidad. También hay diferencias, ella es mucho más versátil, tiene un muy buen lanzamiento de tres puntos y tiene una gran capacidad para romper y jugar de frente al aro«.
Los consejos
«Mi mamá es de darme bastantes consejos, pero no directamente relacionados al básquet, sino que son de la vida en general, que se pueden aplicar al deporte, pero no se refieren a cuestiones técnicas. Me enseña a ver las cosas de una manera diferente para que no me afecte cuando me obsesiono con algo«, comentó ‘Miti’, ex jugadora de Atalaya.
Entre risas, Ariana contó: «A veces se me enoja y con razón. Siempre le doy consejos, es algo inevitable, hay que aprender a manejar las emociones y los impulsos. Hoy por hoy le digo que siempre deje todo en la cancha, que se vacíe y que se tenga confianza, que disfrute de su pasión por este maravilloso deporte. Que esté tranquila, porque cuando se entrena y se deja todo como ella lo hace siempre, a la corta o a la larga eso da satisfacciones«.
María Victoria como hija
«Es muy difícil esta pregunta (risas). Soy bastante orgullosa y me pongo de mal humor cuando me corrigen las cosas, aunque siempre lo termino haciendo. Una hija que ama muchísimo a su mamá y la considera una de las cosas más importantes del mundo y le tiene muchísimo respeto«, reconoció Fux.
Su madre, con mucho orgullo, expresó: «Miti como hija es excelente, no puedo pedir nada más. Compañera al extremo, cariñosa, me llena de orgullo permanentemente. Siempre presente en todo a pesar de la distancia«.
Ariana como madre
«Qué difícil es la autocrítica (risas). Creo que soy muy exigente, lo reconozco. Pero también, sé que ella sabe que siempre estuve y voy a seguir estando en todo lo que se proponga, apoyando desde el más mínimo detalle que necesite. Ella transmite pasión, ganas y felicidad por estar cumpliendo un sueño, el de estar jugando en la National Collegiate Athletic Association (NCAA)», confesó Bonnor.
«Mi mamá es mi ejemplo a seguir desde siempre, en el básquet y en la vida. Me parece que es super exitosa como persona, super fuerte. Siempre me dejó tomar mis propias decisiones y me apoyó en cada cosa que a mí se me ponía en la cabeza, como cuando tenía 15 años y decidí venirme sola a Estados Unidos a cumplir un sueño deportivo. Con el tiempo, aprendimos que la distancia es una cosa más, nosotras nos vamos a seguir queriendo siempre de la misma forma. Lo positivo de estar tan lejos es que aprovechamos y valoramos mucho más el tiempo que tenemos juntas, pero la extraño todos los días».
¡Feliz día de la madre, Ariana!