Fabián Gallardo, dirigido por la pasión

Fabián Gallardo nació en Rosario, el 6 de julio de 1972 y apenas con siete años empezó a picar la naranja en el parquet. Desde ese momento su vida, estuvo ligada al básquet durante 26 años. Hoy, alejado de los vestuarios recordó junto a Línea de Tres su extensa trayectoria.

Antes de comenzar la década del 80′, inició sus primeros pasos en la escuelita de básquet de Provincial. Allí, transitó todas las divisiones formativas hasta llegar a primera. Su debut en la máxima categoría fue en la temporada 1988 con apenas 16 años. En ese tiempo, la Asociación Rosarina de Basquetbol dispuso que estaba prohibido usar jugadores de Liga Nacional en el torneo local.

Con Norberto Zuliani al mando, en calle 27 de Febrero se formó un equipo con cadetes y juveniles para pelear la permanencia en la categoría. «En ese equipo de cadetes estábamos con Facundo Sucatzky; Flavio Bianchini; Luis Farhat y Pablo Albanese. Juvenil era Juan Pablo Lupo y el único de primera era el hermano del ‘Colo’ Maya. No recuerdo el nombre, pero le decíamos ‘Abuelo’ y tenía 26 o 27 años (risas)», rememoró.

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Al respecto de esos primeros tiempos de lucha, el ‘Chino’ recordó: «Al principio había algo de inconsciencia. Éramos el mismo grupo de chicos jugando contra equipos de primera. Al final del torneo nos jugábamos la permanencia. Recuerdo un partido importante que se ganó a Náutico de visitante para asegurar la categoría».

Cómo jugador de ‘Provin’ fue campeón por primera vez en 1991 alzándose con la corona de Primera A. También lograron conquistar el torneo de 1995 el último ganado por Provincial en su historia. «El campeonato del 95′ fue contra un gran equipo de Sportsmen Unidos que era candidato. Una de las finales de torneo que más se recuerdan», describió.

«Se definió en el quinto juego con doble de Juan Andrés Olivier a dos segundos del final. Fue especial por la jerarquía del rival y porque veníamos de punto. El equipo venía con altibajos de mitad de tabla para abajo y en los playoffs dimos un salto de calidad», continuó.

Esos años fueron muy fructíferos para el club, en los que también llegaron a disputar instancias finales en 1991; ’92; ’93; ’95 y ’97. «El primer campeonato local del 91′ y ascenso a Liga B en 1992 fueron especiales. Porque fue con varios amigos que jugábamos juntos desde mini o infantiles», narró.

«Los mejores recuerdos de equipo, son mezcla deportiva y de amistad. El equipo de Provincial que jugó Liga Nacional B en 1993 era excelente. Al grupo de siempre del club, se habían sumado Gabriel Robledo, Gabriel Tomasetti y Maxi Filipelli. Las prácticas eran feroces y el equipo jugaba muy bien», continuó.

El equipo consiguió ascensos de Liga Provincial D y C consecutivos. Finalmente en la temporada ’93 disputaron la Liga B, llegando hasta los cuartos de final de su zona. En Provincial permaneció hasta 1999. Durante el nuevo milenio, mudó su básquet a Los Rosarinos Estudiantil. Un equipo joven que se armó con la intención de romper la hegemonía de Rosario Central en el torneo local.

«Fue un cambio con mucha expectativa. Estaba muy bien e iba a un club con aspiraciones de estar en lo más alto. Arrancamos bien ganando una Copa en la previa al torneo. Después por diversas razones el equipo perdió un par de jugadores y yo tuve un desgarro en el soleo que no me dejo jugar la última parte del torneo», recordó.

«El segundo año el equipo estuvo mejor y quedamos en las puertas de la final, perdimos en quinto juego de semifinales con Ciclón. Tengo muy buenos recuerdos de mi paso por el ‘Estu’, fueron dos años dónde había muy buena gente que lo conformaba», añadió.

Luego de dos temporadas volvió a mudar su básquet nuevamente, su nuevo destino fue Regatas. «Una hermosa institución con todas las comodidades. En su política deportiva eran prioridad una base de chicos del club más dos o tres jugadores que reforzaban el equipo, Mariano Allegranza, Germán Farhat y yo. No teníamos aspiraciones de campeonato, pero se compitió de buena forma y se jugaron playoffs por el campeonato», describió.

Luego de su paso por el club ribereño mudó su juego a la zona sur de la ciudad para recaer en Central Córdoba para la temporada 2004. «Fue mi primera experiencia en Primera B, el equipo se armó con aspiraciones de ascenso. Desgraciadamente al tercer partido sufrí una rotura de ligamento cruzado y me perdí toda la temporada», describió.

El ‘Chino’ se mantuvo un año más en el ‘Charrúa’, pero no pudo recuperarse de su lesión de forma completa. A eso se le sumaron los estudios universitarios de ese momento. Más distintos factores, provocaron que esos años no fueran los mejores en lo basquetbolístico. Debido a esto tomó la decisión de alejarse un tiempo de la naranja a finales de 2005.

Tras años de inactividad y ya habiéndose recibido cómo abogado, comenzó un proceso de rehabilitación para recuperarse de esa lesión que tuvo en Central Córdoba. Comenzó así a entrenar en Sportsmen y finalmente fue parte del equipo de esa temporada 2008. «Empecé a practicar en Sportsmen para moverme un poco por conocerlo a Cristian Le Bihan y retomé la actividad gracias a su apoyo», describió.

En el ‘Verde’ conformó un histórico plantel que luego de un gran trabajo lograron consagrarse campeones del Argentino de Clubes en la temporada 2009. Hito que permitió a los de barrio República de la Sexta diputar la Liga Nacional B convirtiéndose en el primer equipo de barrio rosarino en competir en dicha categoría.

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Iniciando la nueva década Gallardo volvió a mudar su juego, esta vez con un destino muy importante para su pasión más allá del básquet. «La etapa de Newell’s tiene un sentimiento especial porque soy hincha», describió. Pablo Albanese era el entrenador a cargo de nombres con muchas ganas de competir y gracias a un gran esfuerzo llevaron al ‘Rojinegro’ a lo más alto.

El equipo del Parque transitaba la Primera C, la última categoría, por lo que Fabián y sus compañeros tuvieron un gran desafío por delante. Con un campeonato de lucha en esa primera temporada, consiguieron ascender a Primera B. Al año siguiente, el equipo mucho más aceitado, logró ser el mejor del torneo y sin sobresaltos ese 2011 significó la vuelta de Newell’s a Primera A.

‘La Lepra’ comenzó a acariciar el ascenso semanas antes del final del torneo, hito que finalmente llegó dos fechas antes de terminar el campeonato. Tras derrotar a Unión de Arroyo Seco 78 a 71 en condición de visitante la alegría llegó al Parque Independencia con el título de campeón y la vuelta a la máxima categoría.

Fabián vistió por una temporada más los colores ‘Rojinegros’ y ya en el ocaso de su carrera se dio un último gusto desembarcando en Ben-Hur. «Nos dimos el gusto de jugar un último año juntos con los amigos de Provincial y se logró el ascenso a Primera B con Ben-Hur«, recordó.

Pablo Menecier era el entrenador de ese equipo, Bianchini; Nicolás Bucher; Guillermo Collares; Marco Abratte; Alejandro Rébora; Luis Farhat; Guillermo Acuña; Patricio Acuña; Olivier; Nicolás Vivaldi y Lucas Arias además de Gallardo fueron los encargados de ascender al equipo de barrio Abasto.

Lupo, Olivier, Albanese, Bianchini, Farhat y Gallardo querían brindar un ‘último baile’ a los aficionados del básquet rosarino. Mientras que se daban el gusto de volver a encontrarse en los vestuarios. El trayecto del equipo fue en alza, aunque no pudo con el poderío de Atlantic Sportsmen en la etapa regular. Su clasificación a playoffs revalidó su gran juego.

El primero de los duelos fue ante Fortín Barracas y luego Unión de Arroyo Seco. Todo se definió en el último enfrentamiento, contra Maciel de Maximiliano Aquino. La última función de los seis veteranos debió esperar hasta el cuarto juego.

El resultado, casi anecdótico, fue 70 a 67. Gallardo sumó al marcador con seis puntos y luego sólo restó festejar junto con toda la hinchada que se reunió en el estadio de El Tala que sirvió de escenario. De esta manera, el ‘Chino’, le puso fin a su larga trayectoria por el básquet local.