Diego Fernando Lo Grippo, nació en Rosario el 22 de enero de 1978. Su amor por el deporte afloró desde pequeño, pero no precisamente por el básquetbol. El propio ala-pivot, expresó: «Me inicié en el deporte desde muy chico, desde los tres o cuatro años, por la cultura que tenía la ciudad por el fútbol».
«Empecé haciendo fútbol muchos años en Newell’s y a los 13 o 14 años por intermedio de Freddy Navarro, que era el entrenador de Central Córdoba y de un primo mío muy cercano que me insistieron en comenzar con el básquet», recordó.
Fue entonces en 1991, cuando Diego empezó a picar la pelota. Sobre sus inicios, dijo: «Fue muy rápido, de un día para el otro empecé a ir al club. Ni bien comencé, Freddy vio en mí cualidades importantes, creyendo que yo podía avanzar y mejorar para intentar ser profesional. Él tuvo ese detalle en los inicios de insistirme y apostar por mí».
En Central Córdoba tuvo un crecimiento muy grande y pudo dar sus primeros pasos. Hasta que por intermedio de José Luis Marchica, se dio la oportunidad de pasar a Newell’s Old Boys en 1995. «Del ‘Pelado’ Marchica soy amigo y le tengo un aprecio muy grande, hemos forjado una relación muy cercana. Él fue quien me vio en Calzada jugar un partido y me propuso ir a Newell’s, el cual ese año estaba armando una estructura para poder competir en el TNA», comentó el ex jugador.
En ‘La Lepra’ estuvo sólo una temporada, pero le sirvió para mostrar sus grandes aptitudes. En 1996, llegó una propuesta irresistible para Lo Grippo: «A los 15 años me vio Enrique Tolcachier en Ferro Carril Oeste, a través de León Najnudel y me reclutaron. Estaba Pablo D’Angelo de DT en NOB, el cual fue un nexo muy importante también; fue como un padre basquetbolístico para mí».
Ese año en Ferro, disputó la Liga Nacional Juvenil, el torneo local y comenzó a entrenar con el primer equipo. Sobre la decisión de alejarse de su casa, el ala-pívot comentó: «Tomé la decisión porque Ferro es una entidad de prestigio y de historia en la Liga Nacional, con todo lo que significaba irme con 16 años».
Y agregó: «Ese mismo año, tuve la suerte de jugar profesionalmente. Se dio la oportunidad por la lesión de un jugador y lo hice muy bien. Fue un proceso bastante rápido dentro de todo. Tener esa posibilidad, lo hace a uno sentirse orgulloso y querer ser profesional».
En el receso de la temporada de 1996, Diego sufrió un accidente muy importante, el cual lo marginó durante 14 meses de la actividad. «Fue un golpe muy duro. Hasta pensé dejar de jugar porque no sabía cómo iba a quedar. Siempre tomo como ejemplo el haber superado esa piedra en el camino y haber llegado a ser profesional después de algo tan duro«.
Luego de superar ese escollo, continuó en Ferro tres temporadas más y en la 2001/02, tuvo la oportunidad de jugar para Estudiantes de Olavarría, al mando de Sergio ‘Oveja’ Hernández. En relación a dicha oportunidad, acotó: «Fue un paso muy importante en mi carrera porque fui a un equipo que venía de ser campeón, con jugadores de nivel y prestigio como Sebastián Ginóbili, Gabriel Díaz, Diego Osella, entre otros. Mucha gente a la cual aprecio y respeto por su carrera y prestigio».
Sumado a eso, el ex jugador de 1,98 metros, dijo: «Eso me hizo subir mi nivel y aquel año tuvimos un temporada muy buena. Llegamos a la final donde perdimos contra el Atenas de Marcelo Milanesio cuando fue su retiro. En ese equipo también estaban Herrmann y Lábaque, muchos jugadores que son históricos dentro de La Liga».
En el año siguiente, llevó su calidad a Atenas de Córdoba, el club más representativo del país en esa época. Allí, tuvo una temporada brillante, consiguiendo el campeonato de la LNB y siendo el MVP de las finales. «Arrancamos muy mal y, con la llegada del ‘Huevo’ Sanchez, quien para mi es uno de los entrenadores que ha sacado lo mejor de mí y al cual le tengo un aprecio muy grande por su enseñanza y por lo que dejó en mí como jugador y como persona, pudimos ganar ese campeonato. Revertir la serie contra Boca en la final fue algo memorable, por cómo fue sucediendo».
Después de ese año, llegó la Selección Argentina. Con el combinado nacional, participó de diversos torneos entre el 2003 y el 2007, consiguiendo dos segundos puestos en los Campeonatos FIBA Américas 2005 y 2007. Mientras que en el Sudamericano, en 2003, fueron segundos; campeones en 2004 y obtuvieron el tercer puesto en el año 2006.
En relación a sus momentos vistiendo la celeste y blanca, ‘Logri’ dijo: «Estuve en varios procesos. Con Sergio Hernández, con Rubén Magnano y me tocó jugar torneos muy importantes como por ejemplo el Preolímpico de Las Vegas. Donde enfrentamos a LeBron James, Kobe Bryant, Jason Kidd y a muchos jugadores NBA; lo mejor del mundo».
Gracias a esas experiencias, Europa fue la siguiente prueba. Seis fueron las temporadas que Lo Grippo disputó en España; dos con el Lobos Cantabria de Santander y cuatro con el Autocid Ford Burgos. «Gracias a la Selección me llegó la oportunidad en Europa, me tocó estar seis temporadas en dos equipos que son muy importantes», comentó.
Sus temporadas en el viejo continente fueron de gran nivel, pero el anhelo de volver a su lugar de origen pesó. «Siempre quise regresar y terminar mi carrera en la Liga Nacional. Soy un enamorado de la Liga y creo que todo salió tal cual lo planifiqué. Hacer una evolución en mi carrera, poder llegar mejorar deportiva y económicamente y luego finalizar mi recorrido en Argentina», confesó.
El regreso se dio en 2009 cuando arribó a Atenas, nuevamente. Aquel año, otra vez estuvo cerca de conquistar La Liga, siendo subcampeones del torneo. La temporada siguiente, recaló en Quimsa de Santiago del Estero. En la ‘Fusión’, estuvo tres temporadas consecutivas. Para la temporada 2013/14, llevó su talento a la provincia de Santa Fe, más precisamente a Libertad de Sunchales.
A pesar de tener 36 años y una extensa trayectoria, a Diego le quedaban todavía algunos cartuchos por quemar. «Después de Libertad retorné a Atenas, donde estuve cuatro temporadas más. Y terminé mi carrera en San Lorenzo para jugar la Liga de las Américas, torneo que se ganó y ahí sí decidí finalizar mi trayectoria».
Después de más de 20 años jugando y conquistando logros individuales y colectivos, decidió continuar ligado al deporte que tanto ama. «En el transcurso de los últimos años, mi idea era seguir ligado al deporte. Por eso decidí capacitarme, estudié dos años Dirección Deportiva en España. Además, decidí viajar y conocer cómo se manejan otras entidades. Uno tiene experiencia de muchos años en el deporte, pero al pasar a otra profesión hay que tener una capacitación», argumentó.
Luego de ese proceso, rápidamente tuvo su oportunidad. Quimsa, institución de la que había formado parte como jugador, decidió contratarlo como Mánager Deportivo. Sobre su nueva faceta, Diego dijo: «Yo había diseñado un proyecto de propuesta de intervención que podía ser beneficioso para el club. Y ahora ya hace dos años que estoy trabajando, donde se han conseguido objetivos como la Basketball Champions League Américas, el logro más importante del club en su historia».
Para finalizar, en relación al trabajo realizado, agregó: «Se ha conseguido una regularidad. Creo que mejoramos en la parte organizativa y hemos hecho un proceso importante en algunos puntos básicos donde creía que podía mejorar el andar tanto del plantel profesional como de la Liga de Desarrollo; y así hacia toda la estructura del club».
Trayectoria
- Central Córdoba (1991/1995)
- Newell’s Old Boys (1995/1996)
- Ferro Carril Oeste (1996/2001)
- Estudiantes de Olavarría (2001/2002)
- Atenas de Córdoba (2002/2003); (2009/2010) y (2014/2018)
- Lobos Cantabria (2003/2005)
- Autocid Ford Burgos (2005/2009)
- Quimsa (2010/2013)
- Libertad de Sunchales (2013/2014)
- San Lorenzo de Almagro (2019)