Ciclón BBC, es una de las tantas instituciones emblemáticas del básquet rosarino en zona sur. El ‘Rojo’ de Saavedra 659 llegó a la década del 2000 con dos consagraciones en la ‘A’, aunque la última, 39 años antes (NdR: los ‘Diablos’ se consagraron en 1958 y 1964).
A pesar del arribo de dos renombrados norteamericanos, como Marcus Adams y Eddie Pope, nunca lograron someter la hegemonía de Rosario Central. No obstante se desglosó la formula de la última alegría de Ciclón tras la dinastía ‘Canalla’. Todo, bajo la perspectiva del DT, Manuel Córdoba, como eje principal.

Si bien aquel Central de Claudio Grimaldi cayó en desgracia, en gran medida por decisiones dirigenciales, el destino no le sonrió al ‘Diablo’. Tras incidentes entre fanáticos, por las semifinales de la ‘Copa 150 Aniversario’ ante Talleres RPB, el ‘Rojo’ terminó con una dura sanción que lo dejó sin chances de jugar la final.
Hasta ese momento, Ciclón venía invicto, verdaderamente había ganas de ser campeón. Llegó con una base de jugadores que siempre disputaron finales pero lamentablemente, peripecias tribuneras terminaron con la desafiliación institucional para la siguiente campaña.
En referencia, Córdoba, contó: «La suspensión fue un golpe muy duro para los dirigentes, luego de invertir bastante dinero con los equipos que incluían americanos. Se decidió bajar el presupuesto y conservar a Adrián Bueres y Gastón Morange». Todo esto, sumando a los chicos del club para complementar.

Por no sumar las primeras fechas, se remó desde abajo todo el torneo, a partir de la cuarta jornada. Con una racha de ocho partidos ganados en el arranque, con el cuarto lugar asegurado, terminó con 22 triunfos y ocho derrotas (NdR: tres de ellas por la sanción).
Evitaron la primera ronda de playoffs, pero de todas formas, «realmente consideraron que estaban para quedar más arriba». Posteriormente, comenzaron los cuartos de final. La llave con Temperley, se ganó 2-0, pero resultó en ‘scores’ sumamente apretados (102 a 93 y 78 a 77).
Más tarde, por las semifinales, con Atalaya se vivió una final adelantada. Al mejor de cinco encuentros, Ciclón golpeó primero 100 a 88. Luego, el ‘Azul’ lo empató 85 a 59. Pero otra vez, el ‘Rojo’ se puso al frente 93 a 82 y nuevamente los de Pio All, empardaron 75 a 72.
En un quinto y definitorio encuentro, Córdoba, recordó: «En algún punto sobre el final, encontramos una brecha gracias a bombas de Bueres y de ‘Coco’ Toñares. Nos hizo terminar con mas tranquilidad una serie muy aguerrida».
El final, decretó un 82 a 76 para los de calle Saavedra y con un Bueres que se deshizo de elogios. En una caldeada noche, anotó 22 puntos. La luz al final del camino, estuvo eclipsada por un viejo conocido del DT, Banco Santa Fe. «A mi ex club le entregué mis mejores años de trabajo y con un equipo conformado de la casa verdaderamente nos dio una final muy pareja. Por suerte pudimos cerrar con margen en Provincial», detalló.
Como si fuera un capricho del destino, el plantel de Córdoba se topó con un Banco que ostentaba mucho talento y calidad, pero también contó con la firma del mismo Manuel. Tras tres encontronazos deportivos (NdR; 108 a 95; 94 a 90 y 99 a 92) y la serie 2-1 a su favor, el ‘Diablo’ estuvo ‘match point’.
Un 17 de diciembre, en un disputado partido dentro del Salvador Bonilla, el elenco rojo festejó. En el cierre, cuando Julián Fernández no supo aprovechar la línea de los suspiros, se sentenció así el 81 a 80 terminal. Posteriormente, Manuel, confesó: «Fue un festejo muy especial, contra un equipo de chicos formado conmigo, fue fuerte emocionalmente».

En diciembre de aquel 2003, ese plantel dio vuelta el panorama de las expectativas compradas, donde sólo se ilusionaban aquellos que abrían la billetera. Tras décadas de sequías y fracasos, una generación supo ser feliz en las inmediaciones ‘Provincialistas’, gritando por primera vez campeón con sus colores de barrio.