Tomás Martínez, entrenador promesa del básquet rosarino, dialogó con Línea de Tres en una nueva capítulo de «Charlas de Instalive». Actualmente, brinda trabajos personalizados en las divisiones formativas de Atlantic Sportsmen, acompañando a Leandro Tesido. Además, brinda jornadas de perfeccionamiento, campus de entrenamientos y ayuda individual en los recesos del torneo.
Su metodología de trabajo es innovadora, basada en un estilo NBA y adaptada al básquet FIBA. Su escuela se llama I’m Possible Training y brinda múltiples trabajos de perfeccionamiento individual y colectivo. Para explicarlo en detalles, el ex jugador de Regatas Rosario, Los Rosarinos Estudiantil y Atlantic Sportsmen, charló con Ld3.
- ¿Cómo conociste la metodología NBA que hoy trabajás?
-Fue a través de una investigación personal. Al principio yo empecé viendo y entrenando a los 15 años, lo que me permitió levantar mi nivel como jugador. Pero al poco tiempo, decidí duplicar mis entrenamientos y comenzar este gran desafío como entrenador. A partir de allí, nunca dejé de capacitarme.
- ¿Cómo te capacitaste en el tema?
-Yo he hecho un panorama muy alto en capacitación, tanto en Argentina como en Estados Unidos. Ahora estoy en la última instancia de la certificación; la pandemia lo hizo más accesible porque se hizo virtual y pudimos intercambiar ideas con los fundadores de la escuela. Acá en el país hice muchas con entrenadores de Liga Argentina, como Mariano Sánchez, que es entrenador NBA y tengo muy buena relación; con Silvio Santander y otros DTs que pertenecen al staff de la Selección Argentina.
- ¿Por qué te dedicaste a esto siendo tan joven?
-Siempre quise impactar en el deporte. Tuve ofertas para jugar en el Torneo Federal y la Liga Argentina, pero sabía que me iba a costar. Siempre me motivó planificarme mis propios entrenamientos. Soy un apasionado del entrenamiento y de la preparación y la cultura NBA. Yo llegué a esta escuela porque es muy motivadora.
- ¿Cómo son los entrenamientos que brindás?
-Esta metodología permite entrenar a los jugadores desde varias perspectivas. Dentro de un caos controlado, los jugadores salen de su zona de confort y se desafían, entrenando simulaciones de juego. Trabajo para llevarlos al máximo límite de su estilo, tanto en formación como en profesionales. En ese caso, cada uno tiene su entrenamiento personalizado, según su característica personal. La motivación y el estado físico, son claves para que puedan resistir a este exigente, pero valioso trabajo.
- ¿Cómo adaptás este estilo NBA al básquet FIBA?
-Yo, cuando genero el desarrollo de la habilidad y los fundamentos ofensivos para la mejora del jugador, lo hago de igual forma que como me capacité. Pero también, en lo que es cuestión de enseñar el juego en su conjunto, me interioricé mucho en los conceptos FIBA; así que trato de trabajar con ambos estilos para sacar lo mejor de cada uno y lograr un perfeccionamiento integral del jugador.
- ¿Cómo son los Campus de entrenamiento que llevás adelante?
-Generalmente, me contactan entrenadores y/o dirigentes de clubes o Federaciones. Por suerte, tuve ofertas de trabajo en casi todas las provincias del país y eso es muy positivo porque me permite poder difundir el estilo de la escuela I’m Possible Training.
- ¿Qué entrenadores te marcaron durante tu etapa como jugador?
-Siempre rescato a tres entrenadores que tuve. Uno es Adrían Bueres, que lo tuve en Regatas. Él fue uno de los mejores entrenadores que tuve, del lado motivacional y basquetbolístico. Cuando fui a Estudiantil, estuve mucho en contacto con Gustavo Roig, al cual le tengo un aprecio enorme y lo admiro mucho. Y también Leandro Tesido, que me dirigió poco tiempo pero hoy día trabajo mucho con él en las formativas de Atlantic y nos llevamos muy bien; me inculca muchas cosas positivas.
- ¿Qué objetivos tenés a corto y largo plazo?
-A corto plazo, mi objetivo es abrir una academia con esta metodología NBA, similar a lo que se desarrolla en Míchigan, EEUU. También, generar un programa ‘Proyecto Talento’, para jugadores que tienen proyección al profesionalismo y así poder trabajarlos y perfeccionarlos de manera exclusiva.
-A largo plazo, me gustaría generar clínicas de entrenadores; poder trabajar con jugadores de Liga Argentina y Liga Nacional; llegar a cada rincón del país y por qué no, en el exterior con los Campus y viajar a Estados Unidos y otros países del mundo para seguir capacitándome en esto que me apasiona.