A fines de enero, Catamarca Basket le puso primera al trayecto que recorrerá en 2022. El equipo dirigido por Gonzalo Pérez será uno de los diez que participarán del próximo torneo de La Liga Femenina, que abrirá su telón el próximo 19 de febrero.
Auspiciado por La Liga Indumentaria, Andrea Rébola y Anahí Albornoz, nuevas jugadoras del equipo catamarqueño y que supieron juntarse en Regatas San Nicolás, dialogaron con Línea de Tres. Allí, palpitaron el comienzo de una nueva temporada del básquet femenino.
«Empezamos a entrenar a fines de enero. El cuerpo técnico plantea muchos objetivos desde la competencia; el juego y el equipo. Además de desarrollar un alto nivel de aptitud física; técnica y táctica para competir al nivel. Queremos encontrar un estilo propio de juego, desde el sacrificio, el talento individual y colectivo», comentó, entusiasmada, Albornoz.
Por su parte, Rébola se sumó tiempo después a los entrenamientos de Catamarca Basket: «El equipo me recibió bárbaro. Los primeros días estuve adaptándome a los horarios, el ritmo y a los entrenamientos doble turno. Es un grupo muy lindo, los profes siempre están con la mejor alentando», comentó.
«Nos dan libertad para tomar decisiones, entonces es más fácil unirse», agregó.
En cuanto a la propuesta de juego del equipo, Albornoz detalló que Catamarca Basket será un elenco mentalizado principalmente en la defensa, y con dicha base generar ataques rápidos. Pero con el consentimiento del entrenador para el desarrollo y la creatividad de cada una de las jugadoras.
«Al darnos libertad de decisión en ataque, tenemos muchas jugadoras con opciones de gol. Eso hace que podamos hacer un juego dinámico y con mucha variedad en ataque», agregó Rébola en referencia a la propuesta del equipo.
Con relación a los objetivos, Rébola aseguró: «A corto plazo, trataremos de estar a la altura de una Liga de alto rendimiento y ser competitivas. Mientras tanto, a largo plazo queremos llegar a clasificar a los playoffs para terminar el torneo lo mejor que se pueda».
Por último, Albornoz expresó sus expectativas latentes para este 2022: «En lo personal mi primera expectativa era sobre el grupo humano. Y las superó totalmente. Son un excelente grupo, tanto adentro como fuera de la cancha. Sabemos que el nivel de Liga Nacional es el más competitivo del país y ningún partido será fácil».
De esta manera, falta cada vez menos para que la naranja comience a picar en los diferentes estadios de los equipos participantes. En una temporada que con cambios FIBA de por medio y con un alto grado de federalización, promete ser apasionante y de gran estímulo para el básquet femenino nacional.