Luego de una temporada llena de obstáculos en la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil (LMBPF), Escaramuzas de Jalisco, superó todas las expectativas. El elenco comandado por el rosarino Carlos Gorosito, se impuso ante la adversidad y clasificó a la final de la Conferencia Nacional, donde cayó frente a Mieleras.
Luego de varias metamorfosis por bajas, Escaramuzas afrontó un largo torneo donde acumuló 14 triunfos y 10 caídas. Finalizando en la tercera colocación, se aseguró un lugar en las semifinales donde superó 1 a 2 a Quetzales. Y la final de la conferencia fue frente a Mieleras uno de los elencos más fuertes y maduros de la zona, con quien cayó 2 a 0 en la serie.
En diálogo con Línea de Tres, el entrenador dijo: «Logramos superar lo propuesto en un inicio y los inconvenientes que se nos presentaron. A la hora de sacar conclusiones tenemos que mirar el recorrido. De esta manera se puede evaluar realmente cuál es el verdadero alcance de lo logrado».


A lo largo de la campaña se toparon con diferentes inconvenientes, a las que hizo mención: «En primer lugar, me encontré con un equipo básicamente novato. Solo dos jugadoras experimentadas, que a su vez arrastraban dificultades de temporadas anteriores. Con tres chicas de inferiores, de 15, 17 y 18 años. El resto de la plantilla lo completaban un par de jugadoras con muy poca experiencia en la Liga Mexicana».
Además, resaltó: «Durante la competencia tuvimos muchas lesiones, hasta llegar al punto de sufrir siete bajas. Eso nos obligó a ir cambiando sobre la marcha. Después, no llegamos a encontrar una centro dominante y el presupuesto que es algo determinante. Al punto que no llegamos a juntar 10 jugadoras para entrenar».
«Para acomodarnos nos reforzamos con una jugadora que se desempeña de tres y cuatro. Era una chica liviana para la categoría y se nos lesionó. Lo que provocó un cambio de propuesta y jugamos con cuatro perimetrales, llevando adelante un juego abierto y buscando tener el aro de frente», señaló.
A todas las bajas por lesiones, Gorosito siguió sumando dolores de cabeza, una de las extranjeras del platel fue becada y partió a Estados Unidos. «En el medio del torneo sumamos a Johanna Puchetti a quien tuvimos por tres semanas, ya que por diferentes cuestiones se nos fue y eso nos partió al medio», lamentó.


En cuanto al lineamiento para el armado del plantel, confesó: «De entrada establecimos reglas muy claras, no chismes, no comentarios. Marcamos un camino para formar un equipo sólido más allá de lo que pasara dentro de la cancha. Eso fue lo que nos permitió formar una identidad, también nos brindó la posibilidad de reinventarnos constantemente. A pesar de las bajas y de los entrenamientos, siempre dimos el doscientos porciento».
Además, recalcó: «Otras de las cosas que planteamos desde el día uno, fue que no íbamos a buscar ser campeones. Si no que establecimos ser los mejores, desde el juego; la defensa y el desenvolvimiento colectivo. Con eso íbamos a alcanzar resultados competitivos».


En lo que respecta a la competencia, desarrolló: «El punto máximo lo alcanzamos en la primera rueda, donde se vio nuestro mejor nivel, teniendo partidos de buena calidad de juego. En ningún momento dijimos que estábamos para algo puntual, si no que fuimos paso a paso».
Sin embargo, objetó: «Ya en la segunda rueda sufrimos un bache prolongado, donde quedamos descolocados. Tuvimos la llegada de Johanna y su misma partida, a eso se siguió sumando lesiones y deserciones. Frente a ese panorama, nos ajustamos y buscamos volver a enfocarnos en la forma de juego. Así logramos salir del cero de seis e hilvanamos un par de victorias, a las que nos aferramos para encarar las semifinales».
Entrado a los playoffs y con un esquema de juego, con uno de local y dos de visitantes, Escaramuzas se vio obligados a cambiar el esquema y arrancar con los dos de visitantes. «Desarrollamos la campaña en un Coliseo del estado y por actividades en el mismo tuvimos que modificar el sistema», explicó.
«Ante esa situación, podríamos no haber jugado si perdíamos los dos partidos. Sin embargo, logramos llevar la serie a casa y ganamos el duelo con siete jugadoras. Las más chicas fueron convocadas a la Selección. Así que cerramos la serie de semifinales con siete jugadoras», subrayó.
En el camino por los playoffs chocaron con Quetzales, quien finalizó segundo en su zona. Repasando el recorrido, comentó: «Sabíamos que podíamos ganar, todo dependía de la profundidad de la banca. Ese duelo lo afrontamos muy diezmados».
«El juego uno nos desenvolvimos de manera cómoda, pero el segundo sufrimos la localía arbitral que siempre se siente. Finalizamos las semis en overtime, y de inmediato empezamos a preparar la final de la conferencia, donde sufrimos una nueva baja, la de Doris Lasso convocada a la Selección», declaró.
A pesar de eso, realizó una nueva metamorfosis. «Sabíamos cómo jugarles, pero ante tantas bajas sufrimos el poderío del rival. De entrada en el primer juego nos dominaron y de ahí viajamos a Guanajuato, donde supimos aguantar el primer tiempo. Pero al inicio del tercer periodo nos avasallaron. Al tener un equipo corto se hace difícil la rotación y más cuando enfrente hay un equipo maduro», afirmó.


Sobre la competitividad de la LMBPF, expuso: «Estoy convencido de que si México tiene un lineamiento a nivel general, podría ser una potencia continental y podría estar compitiendo a nivel internacional. Hay mucha diversidad dentro de la Liga, lo que provoca que el torneo femenino se vea diezmado. Incluso con una temporada comenzada chocó con la Liga SISNOVA. Ambos torneos compiten entre sí para ver quien se saca jugadoras».
«La diferencia económica es muy grande, porque los recursos que tienen para el masculino dentro de la SISNOVA también cuentan para el femenino, a su vez, tienen apoyo gubernamental. Dejando eso de lado, el nivel de la Liga Mexicana se mantiene competitivo», agregó.
También, aclaró: «La organización de la competencia es muy interesante. La nivelación no es ni para arriba, ni para abajo, solo nivela. Hay establecidos topes salariales, incorporaciones internas, cada equipo puede tener solo dos refuerzos que hayan jugado en otro equipo. Eso hace que tengas que apostar bien y tener un programa a mediano y largo plazo para que puedas reforzarte año a año».
«Cómo proyecto es bueno, pero tiene la dificultad de tener que enfrentar a la Liga SISNOVA, donde hay cuatro americanas o extranjeras y libertad de jugadoras mexicoamericanas que juegan como nacionales. Eso provoca que en un roster se vean solo dos mexicanas o no se vean jugadoras del país. No hay un sentido nacionalista que ayude al básquet local», cerró.