Atlantic Sportsmen, es uno de los clubes rosarinos más golpeados por la crisis económica. La entidad de barrio Echesortu, lucha día a día para mantenerse en pie. Los socios del ‘Kiwi’, organizan diferentes campañas para recaudar fondos y así pagar las deudas.
Fundado el 12 de marzo de 1916, cuenta en la actualidad con 800 socios que hacen su mayor esfuerzo por ayudar cada uno desde sus posibilidades. El Verdiblanco, organizó shows de canto y humor, venta de rifas, pollos, pastelitos y hasta un bingo virtual, entre otras cosas. Lo que sea en pos de salvar a Atlantic.
Antes de la llegada de la pandemia, la institución de calle Lavalle contaba con 1000 socios. Pero la complicada situación económica, llevó a que muchas familias tengan que recortar gastos y darse de baja. Son ‘lujos’ que hay que ajustar, muchas veces sólo dejan al niño que practica algún deporte o ni siquiera eso.
Ante la merma de socios, desde la dirigencia decidieron bajar las cuotas societarias de $700 a $500 y la deportiva de $600 a $400 por inscripto. Dicha recaudación sólo alcanza para pagarle a los empleados y profesores. Si bien el Estado envió ayudas, estas no llegan a ser suficientes para afrontar los gastos de impuestos.
Si bien el gobierno ayudó con el programa ATP para los salarios, mes a mes va descendiendo: arrancó en 50 por ciento, y este mes fue del 33 por ciento de cada trabajador. Así, sólo pudieron ir cubriendo impuestos y servicios menores como gas, agua, teléfono, seguro y emergencias.
«La situación es caótica porque nos soltaron la mano y todos los subsidios que salieron no son más que globitos de colores. las facturas siguen viniendo igual y las deudas de impuestos y servicios se acumulan en cantidad» declaró Analía Gil, presidenta de la institución.
«Se hablaron de subsidios provinciales de 70 mil pesos que aún no llegaron, pero si lo hicieran, el monto es irrisorio. Solo la boleta de la luz es de 65 mil pesos. No nos la van a cortar, pero ya son 260 mil pesos que debemos porque no pagamos desde marzo», detalla la secretaria Melina Torres.
Fuente: La Capital.
A pesar de las dificultades, el club sigue en su lucha. A partir del 28 de septiembre, bajo estrictos protocolos de salud e higiene, abrió sus puertas para desempeñar actividades. Más de 100 años de historia, un pedazo del deporte rosarino que no se va a llevar la pandemia.