El ‘Azul’ de la Sexta, se transformó en uno de los equipos más importantes de los últimos tiempos en el básquet rosarino. No es para menos, de los últimos cinco torneos de Primera División, cuatro se quedaron en la sede de Juan Manuel de Rosas 2551.
A principios de esta década, el club empezó una reestructuración dirigencial que llevó al básquet a su mejor época. La llegada a la presidencia de Sol Nieto y de Mariano Junco como DT, en 2016, fue el comienzo del proyecto que hoy rinde sus frutos.
La primera muestra del progreso, fue en la noche del 3 de julio de 2017, con el Amílcar Tamburri como escenario y con CAOVA como rival. Exactamente 20 años después del trofeo levantado por Piva, Garnero y compañía, volvían a estar en la cima del básquet rosarino. Con un clima tenso, Atalaya venció al ‘Funebrero’ 72 a 60. Sobre el final de la primera mitad, se registraron algunos incidentes que demoraron el comienzo del tercer cuarto. Estuvo en dudas la continuación del partido, pero el ‘Azul’ se coronó.
Apellidos que quedan en la memoria del hincha: Suárez, Moreno, Orellano, Pérez, Yanson x2, Gargicevic, Maruelli, Pugnali, Lasala, Avataneo y Borches. Todos de la mano de Junco, se llevaron el Cuadrangular Final en la última fecha.
«Ese primer campeonato fue pura emoción. La sensación de sueño cumplido. De todas formas, me llevó tiempo dimensionar ese logro. En ese momento no me daba cuenta de la magnitud que tenía y tiene hoy en día«, declaró el capitán de aquel equipo, Maximiliano Yanson.
En 2016, participaron del Federativo y en 2017, fueron invitados por la CABB para disputar el Torneo Federal por primera vez, categoría en la que con mucho esfuerzo hoy se mantienen. Volviendo al plano local, a tres meses de la primera conquista de esta camada, buscaban cerrar un fantástico 2017. En vísperas de navidad, consiguieron el bicampeonato de Rosarina, ganándole 57 a 54 a El Tala en el Claudio Newell.
La base se mantuvo, Junco contó nuevamente con: Suárez, Orellano, los hermanos Yanson, Moreno, Garcicevic, Maruelli y Pérez. Se sumaron al equipo, Aaron Capra y Jordi Godoy.
«Un día antes de la final, tuvimos que jugar un partido en San Javier. Llegamos un poco cansados, pero con la mentalidad ganadora para ese torneo y el acompañamiento de la gente que nos alentó. Una alegría enorme», reveló el escolta de aquel torneo, Capra.
Al principio de la temporada, la local pareció ubicarse en segundo plano para el ‘Azul’, debido a la participación en el Torneo Federal. Pero no fue así, la tercera estrella de esta dinastía llegó en el cierre del 2018, conquistando nuevamente el Cuadrangular Final.
Como toda final, estuvo cargada de emociones, pero para el entrenador de Atalaya, era especial. Enfrentaba a Talleres RPB, el club de toda su vida. En un encuentro muy apretado y que pudo ser para cualquiera, el equipo de la Sexta venció 73 a 68 y se quedó con la corona. Eran líderes indiscutibles en la ciudad.
Rava, Ríos, Laurido, Villa y Ettorre se sumaban a los ya conocidos, Orellano, M. Yanson, L. Yanson, Suárez, Capra, Maruelli y Borches.
El actual jugador de Atenas de Córdoba, Joaquín Ríos contó: «El campeonato con Atalaya fue algo muy lindo. Disfruté mucho mi temporada ahí y coronarla con un campeonato fue una gran satisfacción».
El 2019 estuvo marcado por dos noches increíbles. La primera, fue versus Villa Mitre en Bahía Blanca, por el quinto juego de los 4tos de final del Federal, más de 150 personas acompañaron al ‘Azul’ desde Rosario. El equipo, se quedaba en la puerta de las semis.
Sin embargo, tuvieron la oportunidad de festejar en el año. Eliminando a Echesortu 72 a 65 en el tercer partido, llegaron al Cuadrangular Final de Superliga, junto a Unión y Progreso, El Tala y Temperley. Atalaya, de principio a fin, fue el dominador del certamen y no tuvo problema en ninguno de los tres encuentros. En la última fecha venció al ‘Negro’ de la Sexta, que llegaba con muchos juveniles, por 79 a 59.
El estadio Claudio Newell, fue el escenario del cuarto trofeo en cuatro años para Atalaya. Casi un lustro, repleto de logros para el ‘Azul’. Hoy, sin su entrenador Mariano Junco y sin su capitán Maximiliano Yanson, buscará continuar escribiendo capítulos en los libros de historia del básquet de la ciudad.