El arranque fue idéntico a lo esperado. Argentina, ya clasificada a semifinales, ante un rival necesitado de una victoria empujado por un estadio repleto. Esos condimentos hacían del partido el mayor desafío de los chicos en lo que va de su estadía en Caracas.
Venezuela comenzó agresiva, extendiendo su defensa y presionando al balón en todas partes del campo. Además, encendido por su público, el anfitrión estuvo más efectivo y lució con mayor energía. Argentina sobrevivió gracias a la producción de sus bases. Tanto Dylan Bordón como un buen el ingreso de Diego Collomb, llevaron adelante la ofensiva nacional, que al final del primer cuarto caía por 19 a 16.
En el segundo cuarto, la tendencia se potenció. Venezuela incomodó a Argentina con un juego más físico que lo secó en ofensiva. Cada acción positiva provocaba un estallido de las más de tres mil personas viendo el partido, al anfitrión lo empujaban desde afuera y se notaba en la energía y en el esfuerzo de los chicos.
Además, la defensa sintió la ausencia de Nicolás Stenta y Lee Aaliya, en la banca por problemas de faltas personales. El parcial terminó 17 a 11, con Argentina jugando mal, aturdido en ataque y con una desventaja de 36 a 27 al descanso largo.
A la vuelta de los vestuarios, Argentina estuvo varios minutos sin anotar y su rival sacó máxima de 14. Con triples en posesiones consecutivas recuperó algo de terreno, pareció reaccionar y comenzó a creer. Sobre todo en defensa, donde se contagió rápido y empardó la energía de Venezuela para dejarlo clavado en 41 por un largo rato.
Su rival bajó la talla por problemas de faltas y Argentina, al fin, pudo aprovechar cerca del aro de la mano de Santiago Trouet y Aaliya. El local solo pudo anotar desde la línea, Argentina creció, empató el juego y, con un triple de Fausto Moussa sobre la chicharra, pasó al frente por 46 a 43.
Así empezaron el último período con el envión del anterior, y eso les permitió tomar control del partido. Pero ese resultado dejaba afuera a Venezuela de las semifinales y se despertó el sentido de urgencia. Con su último aliento, más empuje que criterio, el local salió a comerse la cancha y se metió en partido.
Argentina se desordenó y Venezuela se puso a uno con la bola para ganarlo en los últimos 30 segundos. Sin embargo, el intento no prosperó y la victoria por la mínima, 59 a 58, quedó para los de Herman Mandole en el cierre.
Tremenda victoria de Argentina sin jugar bien, ante un rival necesitado de un triunfo y empujado por una enorme cantidad de público. Ante un marco inusual para esta categoría, los chicos respondieron con carácter y madurez. Hoy, a las 20:00hs, el Seleccionado irá por el pase a la final y el boleto al FIBA Américas, cuando enfrente a Uruguay por las semifinales.
Fuente: CAB.